Para los adultos mayores este 28 de agosto hay poco o nada que festejar
Unos duermen en la calle, otros son maltratados o permanecen en un asilo en espera de la visita familiar que nunca llega
Juan David Castilla Arcos
Xalapa
Un par de lágrimas escurrían en su rostro, la etapa más “difícil” de la vida la ha alcanzado. La frustración, la tristeza, la desolación y considerarse “una carga” para sus familiares la obligaron a refugiarse en la soledad. Mercedes Aguirre tiene 78 años, pernocta en las calles y ha sido olvidada por sus parientes.
La esperanza de vida ha aumentado y, por consiguiente, el número de adultos mayores en situación de calle también. Doña Meche tiene tres hijos de más de 40 años. Siempre hizo lo que estaba a su alcance para que fuesen profesionistas y vivieran dignamente; sin embargo, no fue valorada ni retribuida.
Después de los 65 años sus necesidades fueron incrementándose, la enfermedad fue invadiendo su cuerpo y los costos para su atención se elevaron. Se endeudó estratosféricamente y tuvo que vender sus propiedades para cubrir los gastos correspondientes. Poco a poco sus “pequeños” se fueron alejando de ella.
El abandono es un tipo de maltrato sicológico que resulta “emocionalmente destructible” para las personas de la tercera edad. Cada 28 de agosto se conmemora el Día del Adulto Mayor y, tanto las violaciones como los abusos contra estas personas continúan, por lo que las políticas públicas en la materia han fracasado.
SIN REFUGIO PARA ABUELOS INDIGENTES
A pesar de que se ha incrementado el número de adultos mayores que duermen en aceras, banquetas, banquillas y escalones de la vía pública, principalmente del Centro Histórico de la ciudad, el Ayuntamiento capitalino carece de un refugio para albergar a estas personas.
El director del Sistema municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Adolfo Toss Capistrán, reconoció que hay carencias en la administración municipal al no contar con un lugar para albergar a los “indigentes” que, en la mayoría de los casos, no tienen familia y son adultos mayores.
“En el caso de adultos mayores hay esa deficiencia, en donde la única solución que nosotros estamos viendo es la participación del Sector Salud, a través de los asilos que tienen, manejan y están bajo su tutela”.
Dichas carencias las ha padecido doña Meche, quien en ocasiones pasa la noche afuera del Hospital Civil Luis F. Nachón o en otras partes del primer cuadro de la ciudad.
“No es que me guste dormir en la calle, la verdad es que no tengo dónde ir, cerca del lugar donde me quedo hay más personas. Al menos aquí afuera del Hospital Civil duermen más de seis personas, casi todos son mayores. Durante los años que llevo quedándome aquí nunca he visto que vengan autoridades a brindarnos apoyos”, relata.
SE MINIMIZA EL PROBLEMA
Sin embargo, las autoridades minimizan el problema, pues descartan que los casos de maltrato hacia dicho sector de la población hayan aumentado.
De acuerdo con el jefe del Área del Atención al Adulto Mayor del DIF de Xalapa, Miguel Ángel Ortiz Ochoa, hasta finales de julio pasado sólo se habían recibido cinco quejas ciudadanas por maltrato a personas de la tercera edad.
Por lo que la presidenta del organismo asistencial, Mariana Yorio, instruyó al personal especializado que acudiera a los domicilios para analizar dicha situación.
Mercedes Aguirre afirma haber sufrido abusos y agresiones por parte de una de sus nueras, pero evitó interponer la denuncia correspondiente por falta de confianza en las autoridades.
DENUNCIAS POR OMISIÓN DE CUIDADOS
La Procuraduría de la Defensa del Menor, la Familia y el Indígena del DIF municipal recibe tres denuncias al mes por omisión de cuidados hacia adultos mayores.
De acuerdo con la titular del área, Emma Irayda Vera Miranda, no se han aplicado sanciones a los hijos de los afectados, toda vez que se han signado acuerdos que permiten mejorar la calidad de vida de los “abuelos”.
Con la mano en la frente, una cobija a un costado y un pedazo de cartón cerca de sus pies, Meche narra que los últimos cinco años que estuvo con sus hijos fueron muy “difíciles” por las condiciones en que se encontraba y la nula atención que recibía.
“La diabetes se me complicó, al no poder comer cualquier cosa, mejor no me daban nada, por eso prefiero estar en la calle, la gente acá es más amable que en donde estaba. A veces no podía bañarme sola y mejor me tenían durante más de una semana sin bañarme. Fueron muchas cosas que, cuando mejoré un poco de salud”, decidió huir para no volver, comenta.
Por su parte, la Procuradora de la Defensa del Menor, la Familia y el Indígena del DIF municipal asegura que en lo que va del año no ha sido necesario interponer una demanda ante el Ministerio Público por dichas omisiones.
ASILOS, EN EL OLVIDO
Javier Mora Peña, originario de Playa Vicente, Veracruz, nació el 13 de mayo de 1931, está albergado en la Casa Hogar del Adulto Mayor Mariana Sayago y tiene dos nietos, uno de cinco y otro de seis años. Sin embargo, nadie lo visita.
“Mis nietos viven aquí en Xalapa con sus padres, pero sólo los veo cuando voy a visitarlos a su casa. Estoy aquí porque ellos me trajeron (sus hijos), porque yo acepté. Aproximadamente llevo cinco años aquí. Yo me siento tranquilo, estoy bien. Tengo una hija que está en Guadalajara y un hijo que es adoptivo, yo los veo cada vez que tengo humor de verlos, ellos se han olvidado de mí, amor con amor se paga”, afirma.
Además, dijo molestarle que las autoridades gubernamentales sean corruptas, pues en muchas ocasiones los apoyos económicos federales o estatales para los adultos mayores se retrasan.
“Por ello, le gustaría regresar a la época de la Revolución Mexicana para exterminarlos. Aquí tenemos seis meses que no nos dan ni un quinto de la pensión que nos tiene que dar, soy pensionado por cuenta del DIF y son autoridades estatales las que están ahorita metiendo la mano. De pensión nos dan 2 mil 500 pesos al mes, pero ahora se han negado”, añade.
ENFERMEDADES, SU MAYOR DEBILIDAD
Las estadísticas revelan que los padecimientos más comunes entre las personas de la tercera edad son: la diabetes, problemas cardiovasculares, la neumonía, la leucemia, así como el cáncer cervicouterino y de próstata.
Rodrigo Martínez tiene 83 años, padece diabetes y comenta que esta enfermedad es muy costosa, situación por la cual ha dejado de atenderse. Sus finanzas están por los suelos, pero recibe el apoyo de sus familiares.
Se considera afortunado, toda vez que sus dos hijos están pendientes de sus necesidades y nunca le han propuesto anexarlo a un asilo o casa hogar del adulto mayor, pues tiene conocimiento de que, en la mayoría de los casos, los “abuelos”, son abandonados y olvidados.
Sin embargo, el académico de la Universidad Veracruzana (UV), Javier Beltrán Guzmán, acusó que los adultos mayores son los más discriminados en los hospitales, pues se les niega la atención que necesitan.
“A los adultos mayores los consideran desechables ya no les dan la misma importancia, algunas instituciones de salud, no mencionaré cuales, reducen la atención que le brindan al anciano, una forma de expresarlo es dándole citas cada año para que los vea el cardiólogo, por decir un ejemplo”, repudió.
FALTA SENSIBILIDAD DE LA SOCIEDAD
El presidente de la Red Evangélica Veracruzana, Guillermo Trujillo Álvarez, lamentó que a la fecha los adultos mayores sean el sector más “abandonado” y “olvidado” de la población, pues el apoyo brindado por asociaciones civiles, Gobierno, religión y otros ciudadanos es insuficiente.
“La mayor fuerza de los abuelitos proviene de su familia, si la familia los abandona o los descuida van perdiendo fuerza, van perdiendo el ánimo de vivir”, refirió.
Las políticas públicas en beneficio de los adultos mayores se han quedado “cortas”, toda vez que las autoridades, los legisladores y los políticos son “insensibles”.
Por lo anterior, invita a reflexionar a la sociedad y a ser empática con las personas mayores, toda vez que la vejez es una “bella” etapa de la vida a la que se le ha restado importancia y se ha desvalorizado.