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CATEMACO
Cada primer viernes de marzo, el pueblo de Catemaco se convierte en el epicentro de uno de los rituales más enigmáticos y controversiales de México: la Misa Negra.
Este evento, liderado por Enrique Marthen Berdón, reconocido como el brujo mayor de Catemaco, ha logrado posicionarse como una tradición mística que atrae a cientos de personas, tanto locales como turistas internacionales, interesados en adentrarse en el mundo del esoterismo y la magia negra.
Este año, se celebró la décima tercera edición de la Misa Negra, una ceremonia cargada de simbolismos.
Aunque el evento genera divisiones y polémica, especialmente por su conexión con creencias oscuras, no cabe duda de que se ha convertido en un fenómeno cultural que sigue evolucionando año tras año.
Marthen Berdón, figura clave en esta tradición, realiza una serie de rituales esotéricos que combinan elementos de diversas religiones ocultistas, además de creencias populares de la región.
La Misa Negra se lleva a cabo en un entorno rodeado de misterio, donde los asistentes se sumergen en una atmósfera cargada de simbolismo y elementos rituales que, para algunos, representan una forma de conexión con fuerzas sobrenaturales.
A pesar de la controversia que genera, el evento ha logrado atraer no solo a seguidores de la magia y el ocultismo, sino también a turistas que buscan ser testigos de este peculiar fenómeno que ha puesto a Catemaco en el mapa como uno de los destinos más destacados de la magia negra en México.
Durante el evento, los asistentes no solo participan en el ritual, sino que también aprovechan la ocasión para explorar las costumbres y tradiciones esotéricas que forman parte integral de la cultura local.
Para muchos, la Misa Negra no solo representa una manifestación de la magia negra, sino también una expresión única de la espiritualidad y las creencias arraigadas en la región, reafirmando su importancia como un fenómeno turístico y cultural de trascendencia nacional e internacional.
