REDACCIÓN
MARTÍNEZ DE LA TORRE
El riesgo del HLB exige productores mejor organizados, primero para atacar esa enfermedad con sus propios medios, buscando la forma de contener su avance, de ser posible, y así evitar que la devastación sea total en todo el campo citrícola de la región y de todo el estado, y, en segundo lugar, sería conveniente hacer planteamientos concretos y fuertes ante el gobierno ante esta realidad que ya no se puede negar ni evadir, expresó Leobardo Pérez Rendón, citricultor.
Comentó que "desgraciadamente, ya estamos viendo los daños que está ocasionando ese mal en las huertas, principalmente de naranja, y la verdad es que no se ha hecho mucho para prevenir ese ataque, ni de parte de los productores, ni de parte de las dependencias de gobierno, y ahora la urgencia es ver de qué manera se puede evitar que mueran todos los árboles de cítricos".
Reconoció que no existe ninguna fórmula que pueda eliminar esa enfermedad, ni tampoco se sabe de investigaciones serias para llegar a ese resultado, de manera que los productores se encuentran indefensos ante esta oleada del HLB, la cual se hace cada vez más evidente, pero al parecer no hay grandes opciones para enfrentarla con éxito.
Pérez Rendón recordó que algunos productores no han tenido otra opción, más que intentar remedios empíricos que han aplicado a sus árboles de cítricos, con los cuales al parecer pueden frenar de alguna manera la enfermedad.
Sin embargo, no es posible comprobar al cien por ciento la efectividad de tales formulas caseras. Sostuvo que en ese contexto es urgente la intervención de los diferentes niveles de gobierno, para que faciliten investigadores y demás expertos en esa materia, para que ayuden a emprender una campaña de combate al HLB que tenga la posibilidad de arrojar buenos resultados.
Comentó que para bien o para mal, mucho de lo anterior depende de los propios productores, quienes están en busca de alternativas para salvar sus huertas de una enfermedad que hasta el momento no tiene cura, y de la cual se ha dicho, podría provocar una gran devastación en la citricultura. Expresó que lamentablemente no se llevaron a cabo grandes medidas de prevención, y ahora ya no hay tiempo, más que para intentar rescatar todo lo posible de la citricultura de la región.