Con aplausos despiden al alpinista y guardabosques Carlos Altamirano
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ORIZABA
Familiares, amigos y montañistas de diferentes confraternidades, dieron su último adiós y acompañaron hasta su última morada al alpinista orizabeño y guardabosques del Cerro del Borrego Carlos Altamirano Lima, quién pereció junto con otros tres alpinistas experimentados en la cara sur del volcán Citlaltépetl la tarde del domingo 20 del presente.
Entre aplausos, porras, lágrimas y el sonido del caracol, los restos mortales del reconocido orizabeño por su labor altruista, amante de la naturaleza y la montaña, recibió sagrada sepultura en el Panteón Municipal, Juan de la Luz Enríquez.
Después de 33 horas de cristiana velación, alrededor de las 9 de la mañana, el ataúd de color madera con la Virgen de Guadalupe labrada, además de su casco de espeleología y su grivel o hacha de hielo encima, con el cuerpo de Carlos Altamirano Lima, fue sacado de la Sala 2 de velación de la Funeraria asentada en Avenida Oriente 6 entre Sur 9 y 11 de la colonia Centro, de Orizaba, para ser llevado a su vivienda a bordo de una camioneta en color blanco.
En su domicilio, el alpinista experimentado fue homenajeado por su esposa, hijos, hermanos y demás familiares; una vez que se despidieron de él, el ataúd fue sacado alrededor de las 11 de la mañana para ser trasladado a la capilla de la Virgen del Tepeyac asentada en la parte baja de la entrada principal al Cerro del Borrego, en dónde se llevó a cabo la misa de cuerpo presente.
La pequeña capilla fue abarrotada por cientos de montañistas, familiares y conocidos, quienes le dieron su último adiós.
Tras concluir la eucaristía, el féretro fue cargado por sus hermanos y montañistas e ingresado a la carroza enmedio de aplausos, porras y aullidos "huuuu huuu", que en la montaña sirve para ubicar a los extraviados.
Posteriormente, el cortejo fúnebre descendió sobre la calle Sur 18 y posteriormente se incorporó a la Calle Real o Poniente 7, cruzando la Oriente 6 hasta llegar al Cementerio Municipal Juan de La Luz Enríquez, en dónde finalmente recibió sagrada sepultura.
Como es de recordar, cuatro alpinistas experimentados, tres de ellos orizabeños, uno de ellos de ascendencia japonesa y uno más de Chalchicomula de Sesma, Puebla, se desbarrancaron y fallecieron la tarde del domingo 20 del presente en la cara sur del Pico de Orizaba.