REDACCIÓN
MARTÍNEZ DE LA TORRE
Las remesas de migrantes ahora están en la mira del Servicio de Administración Tributaria (SAT), pues de acuerdo con las nuevas leyes implementadas para recaudar más impuestos y combatir el lavado de dinero, cualquier envió de dinero que los paisanos realicen de Estados Unidos y que sobrepase los 15 mil pesos, podría implicar pago de impuestos, de no comprobar plenamente su procedencia, explicó Juan Jiménez Romero, contador público.
Comentó que "anteriormente no había tanto problema con los envíos de dinero, porque se podían cobrar de parte de los familiares sin importar el monto, o si eran depositados en una cuenta bancaria, pero resulta que ahora el SAT está muy pendiente de esos movimientos, y en esos casos los beneficiarios de esos recursos deben guardar muy bien sus comprobantes para que, de ser detectados y requeridos por la autoridad fiscal, no se vean obligados a pagar impuestos".
Apuntó que, de hecho, no se debe pagar nada por esos envíos, pues no son producto realmente de una actividad económica de quienes reciben las remesas, mismos que deben recomendar a sus familiares en Estados Unidos que guarden sus comprobantes de envíos, sobre todo si el monto sobrepasa los 15 mil pesos.
Jiménez Romero reconoció que no hay mayor problema si los beneficiarios de envíos son requeridos por el SAT, no obstante, advirtió que como todo tramite, podría resultar engorroso comprobar el origen de esos recursos y ante esa situación, quizá lo más conveniente sería que los envíos de dinero no rebasen el tope señalado, para evitar notificaciones y demás problemas.
Destaco que algo parecido sucede con los depósitos a cuenta, cuando alguien vende un terreno o casa y le pagan de esa manera, siendo detectado ese movimiento por parte del SAT.
Mencionó que, al igual que con las remesas, los beneficiarios de esos recursos deben comprobar que el dinero fue producto de una sola venta, y que no corresponde a alguna empresa o negocio que se manejen de forma habitual y sean susceptibles al pago de impuestos.