Verónica Huerta/AVC
Xalapa
El proyecto de reforestación en el Parque Nacional Pico de Orizaba comprende la siembra de 250 mil árboles en 270 hectáreas ubicadas en terrenos dónde se produce el agua del río Jamapa, mismo que surte del líquido de vital a miles de familias habitantes de Boca del Río, Veracruz, Calcahualco, y Medellín de Bravo entre otros informó el director de la Asociación Civil Sendas, Tajín Fuentes Panglay.
Los trabajos de reforestación se realizan en zonas dónde hubo devastación de bosques por incendios provocados por la mano del hombre en años pasados.
“El río Jamapa nace en el Pico de Orizaba y desemboca en Veracruz y Boca del Río y en ese trayecto abastece de agua a todas las comunidades rurales que están en la montaña hasta la zona conurbada, de manera que se reforesta el nacimiento que da agua a la zona urbana más grande de Veracruz y en el camino de la montaña al mar”, afirmó.
Un total de 45 hombres y mujeres son empleados en este proyecto, de los cuales 30 son originarios de las comunidades Puerto Nacional del estado de Puebla y Nuevo Jacal de Orizaba, los cuales son capaces de subir hasta los 4 mil metros de altura sobre el nivel del mar.
“Pese a que están habituados a vivir en la montaña, subir hasta los 4 mil metros es muy cansado, ellos mismos dicen que allá arriba no rinden, no es lo mismo trabajar en los 3 mil metros que es en la zona dónde ellos viven, que subir mil más”.
En este proyecto llamado Sinergias, también laboran 15 mujeres habitantes del ejido El Rodeo, que acuden al vivero El Berro para germinar; cuando la planta creció a un tamaño considerable, es transportada en vehículos hasta dónde pueden ingresar en la parte alta de la montaña.
“Ahí es descargada por los hombres, ya sea en sus espaldas o en animales o en bestia, los transportan más arriba hasta el sitio dónde se siembran los árboles. Es un trabajo tan difícil que sólo trabajando cuatro asociaciones podemos hacerlo; empezamos en el 2022, estamos en 2023 y finalizará en 2024” explicó Tajín Fuentes.
Este proyecto es coordinado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), la secretaría del Medio Ambiente (Sedema) estatal, y las Asociaciones Civiles, Fondo Golfo de México, Articulación Territorial y Sendas, en el que laboran 45 habitantes de comunidades ubicadas en la falda del Cofre de Perote.
Otro de los trabajos que realizan las personas, es realizar el cercado de las plantas recién sembradas con el propósito de protegerlas de las chivas y chivos que suben a la montaña para alimentarse.
“Si hay una derrama económica porque son mujeres cuidadosas las que se dedican a producir la planta en el vivero, más los hombres que suben a la montaña” finalizó Tajín Fuentes.