Lo recaudado por multas no se aplica en resolver este problema.
Martínez de la Torre
Miguel Bautista
Cómo un lucrativo negocio pareciera ser la pésima cultura vial que abunda en el municipio, la cual además de generar un interminable listado de multas, pues las infracciones por flagrantes violaciones al reglamento de tránsito como utilizar el celular, pasarse el semáforo en rojo, manejar sin precaución y estacionarse de forma inapropiada, son los principales motivos de infracción a los automovilistas martinenses.
Sin embargo, ciudadanos de la ciudad como el señor Noe Alcántara, opinó que lo recaudado por las autoridades debido a dichas faltas no se están aplicando en resolver problemas de movilidad.
En el centro de la ciudad, que es donde se registra el mayor número de estás violaciones al reglamento, poco hay los espacios y señalamientos necesarios, aunque la dirección de Tránsito y Vialidad si ha trabajado en ello, lo hace con pintura que dura poco tiempo.
El también automovilista, reconoció que la cantidad de infracciones es solamente uno de tantos indicadores de la mala convivencia en la vía pública. Además, expresó que detrás de cada infracción aplicada, hay un sinfín de malas prácticas que contravienen el reglamento de vialidad, por lo que no debería haber condonaciones o reducciones en los montos de las infracciones, pues la tolerancia debe ser mínima cuando se pone en riesgo la integridad, la salud y la vida de otras personas, señaló.
También dijo que tiene qué ver también con lo poco que se invierte en educación vial, pues no solo es pintar cuadros en la calle, ya que lo habitual es organizar campañas temporales de difusión que no tienen impacto a largo plazo y no verdaderas estrategias que resulten en una armonización de las dinámicas de movilidad.
Por lo que resulta un buen negocio, aplicar un montón de multas y que la gente cometa muchas faltas, pues ingresan diariamente varios miles de pesos que no se reflejan en mejorar la cultura vial, sentenció.