Facundo Bartolo Salazar
Martínez de la Torre
Los productores apostaron a la naranja y demás variedades dulces por el repunte de precios que se ha dado a últimas fechas, lo cual brinda estabilidad a sus ingresos y en su momento podrían optar por dedicar más terreno a ese tipo de cultivo, en caso de que la producción y los precios del limón persa siga sufriendo bruscos vaivenes, expresó Leobardo Perez Rendon.
Mencionó que “sería cuestión de cada persona como maneja sus huertas, pero hace falta analizar muy bien la situación, que cada vez se pone más difícil, pues ahora el limón está muy escaso y sólo se recogen unas tres cajas por hectárea y además de eso llega fruta de estados del sur, lo cual vuelve a desplomar los precios, cuando ya había aumento”. Apuntó que ese sería el gran problema, que los empacadores están bien organizados y buscan cumplir con sus compromisos, sin importar que sea con limón de la región o no, además están plenamente conscientes que con la fruta del sur bajan los precios a nivel local.
Perez Rendon no descartó la posibilidad de que quienes se dedican a los cítricos le apuesten más a la naranja, pues en ese caso existe la posibilidad de trabajar en objetivos prácticamente anuales, y pueden llegar a ser rentables, en tanto que el limón persa exige constante atención, y también cuantiosas inversiones que en ocasiones quedan fuera del alcance de los productores.
Confía en que el mercado local de los cítricos dulces se mantenga más estable, pues considero que ya resulta atractivo que la tonelada de naranja se llegue a cotizar en 7 mil u ocho mil pesos, en contraparte a la situación del limón, que en estos momentos no permite ganancias, sabiendo que, o no hay fruta en huertas, o bien, los precios se desploman de todas maneras por la fruta foránea.