MISAEL OLMEDO/AVC NOTICIAS
POZA RICA
Como cada año, pero en esta ocasión con mayor presencia de familias participando, en comparación con los dos años anteriores cuando comenzó la pandemia del coronavirus, en Poza Rica se realizó la tradición del Niño Perdido que consiste en encender velas en el frente de casas, de edificios y espacios públicos.
Esta tradición se celebra cada 7 de diciembre y comenzó en Tuxpan, pero se ha replicado por décadas en diferentes municipios como Poza Rica, Papantla, Tihuatlán, Cerro Azul e incluso la capital del Estado, Xalapa.
En Poza Rica espacios públicos como el parque Benito Juárez y explanada del edificio del palacio municipal y el camellón central del bulevar Adolfo Ruiz Cortines lucieron llenos de velas.
Sobre todo, las fachadas de casas en diferentes colonias en donde familias salieron y convivieron y hubo mayor presencia pues en los dos años anteriores aún eran altos los índices de contagio de coronavirus.
Durante este día se prenden las velas en las casas y en las banquetas; además los niños jalan carros de cartón que llevan velas como parte de la creencia religiosa de mostrar al niño Jesús el camino de regreso a casa, de acuerdo al Evangelio de Lucas y también se cree que se ayuda a los niños perdidos a encontrar el camino de regreso a casa.