La evidencia científica demuestra que las sustancias CBD y THC de la marihuana ayudan a mejorar la calidad de vida de los pacientes en esta etapa.
EL UNIVERSAL
CIUDAD DE MÉXICO
Los últimos días de la señora Benita estuvieron plagados de dolores que la hacían quejarse todo el día. Tenía 93 años y, luego de varios días hospitalizada por diversos padecimientos propios de su edad, decidió irse a su casa y pasar ahí lo que le quedaba de vida. La mayoría del tiempo sufría de dolor, por lo cual sus hijos y nietos buscaron alternativas para mejorar su calidad de vida.
Alguien les recomendó que usaran gotas de THC, las cuales ayudarían a Benita a disminuir los malestares. Y así fue. Además de los medicamentos prescritos por el doctor, la mujer tomaba esas gotas que contribuyeron a mejorar el lapso previo a su fallecimiento.
Al respecto, la doctora Silvia Allende Pérez, jefa de cuidados paliativos en el Instituto Nacional de Cancerología (Incan), asegura en entrevista con EL UNIVERSAL que en recientes años el interés y el uso de las sustancias derivadas de la planta de la marihuana, conocidos como cannabinoides, ha ido en aumento debido a la evidencia científica que comprueba la eficacia tanto del cannabidiol (CBD) como del tetrahidrocannabinol (THC).
Durante 2010 y 2011, en el Incan se llevó a cabo un estudio con el uso de cannabis medicinal en pacientes con cáncer que se encontraban en el área de cuidados paliativos. Se trataron cuatro síntomas principales: dolor (derivado del cáncer o de los tratamientos contra la enfermedad); náuseas y vómito; insomnio; y depresión, para los cuales recibían medicamentos como morfina y sus derivados. Los resultados, que se publicaron en un journal científico sobre dolor y control de síntomas, señalaron mejoría en los pacientes que fueron expuestos al cannabinoide.
"Con la investigación encontramos que, al asociar el uso de cannabis a través de un disparador, que estaba disuelto en alcohol y se les administraba dentro de la mejilla o debajo de la lengua, la gente con dolor de difícil control tuvo mejoría con el cannabis y el uso de la morfina y sus derivados. Ya no se incrementaron las dosis hasta que, finalmente, fallecieron", explica la algóloga, paliativista y doctora en Bioética por el Instituto Politécnico Nacional (IPN).
Contra el dolor neuropático
Uno de los hallazgos más importantes del estudio realizado en el Incan es que, con el cannabidiol, las personas con dolor neuropático (el cual afecta los nervios y es muy difícil de tratar por la gran cantidad de opioides que se suministran) controlaron este padecimiento.
"Con el uso del cannabidiol se controlaba muy bien ese tipo de dolores en los que, incluso, usamos medicamentos antiepilépticos.
"Además, con la cannabis medicinal fue maravilloso porque no incrementaron las dosis e, incluso, a muchos pacientes se les suspendió el medicamento", destaca la también directora del Centro del Control de Síntomas y Alivio del Dolor de la Unidad de Oncología en el Hospital Ángeles del Pedregal.
Aparte de contribuir a la disminución del dolor, otros de los beneficios que se observaron fueron la mejora en la calidad de sueño y estado de ánimo en las personas, así como el incremento de apetito en estos pacientes que suelen estar muy delgados y sin hambre debido al cáncer. En promedio, subieron dos kilos: todo un logro en esta etapa.
Por otro lado, el doctor Luis David Suárez Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Medicina Cannabinoide A.C., agrega que, aunado a este estudio efectuado en México, existen muchos otros que avalan la efectividad y seguridad de la planta de la marihuana en cuanto a su uso medicinal.
"En especial, está indicada para cuatro padecimientos donde ya hay un alto grado de evidencia de que la cannabis es efectiva y segura, empezando por el dolor crónico de tipo neuropático. Otras de las indicaciones para las que tiene mayor efectividad es la espasticidad por esclerosis múltiple, las náuseas y vómito derivados de quimioterapias, el glaucoma y trastornos del sueño. En todos estos, el grado de evidencia científica es muy alto", enfatiza.
Medicamentos seguros
Ambos especialistas coinciden en la importancia de que el cannabis medicinal sea prescrito por un especialista y que la sustancia que se administre sea una hecha por un laboratorio bajo los estándares de calidad y seguridad como cualquier otro medicamento pues, en la actualidad, existen muchas opciones fabricadas desde la clandestinidad.
Como sucedió en el caso de Benita que, a pesar de que las gotas fueron eficaces para contrarrestar sus dolencias, no fueron prescritas por un especialista. "Cuando hablo de cannabis de uso medicinal, por supuesto que no es agarrar y machacar la planta o la flor, hacer un extracto y dárselo. Esto ha dado pie a que no haya una formalidad para poder conocer la dosis de la sustancia.
"La planta, como tal, tiene múltiples sustancias y, básicamente, se han reconocido dos para el uso médico, como el CBD y el THC", dice la doctora Allende Pérez. Y añade que, "en nuestro estudio, el medicamento fue hecho por un laboratorio. Estaba formulado y con las cantidades exactas de THC y CBD para los pacientes. Es muy importante que esta medicación esté probada y realizada bajo los controles más estrictos farmacéuticos, farmacocinéticos y farmacodinámicos, para que pueda ser administrada en humanos".
En tanto que el químico Joaquín Muñoz, asesor técnico y regulatorio de la empresa Natura Labs, indica que es muy preocupante que aún no se tenga una legislación sobre el uso medicinal del cannabis ya que existen cientos de opciones para adquirir CBD en el mercado sin que se sepa la procedencia de éstas.
"Desconozco por qué no les preocupa a los legisladores si ya hay CBD en las calles y cualquier persona, por lo menos en la Ciudad de México, puede encontrar un anuncio en la calle y llamar a un número. Puede haber un riesgo epidemiológico con la población. Debería preocuparles bastante. Es necesario que quienes se dedican a la salud conozcan la ley y que haya una regulación bien establecida porque puede haber productos que contengan plaguicidas y no cumplan con los estándares de calidad que, al final, se convierten en un riesgo para los usuarios", enfatiza el químico.
En este sentido, Allende, profesora titular del diplomado de Cuidados Paliativos en Oncología de la UNAM-Incan, alerta que “habrá gente que pueda hacer tinturas artesanales en casa, pero que no siga un protocolo. No saben si el producto está estéril, si lleva plaguicidas, si la dilución no está contaminada, qué dosis de CBD y de THC usar, o a qué concentración se están haciendo las tinturas, gotas, etcétera".
Implica riesgos... como cualquier otro medicamento
De acuerdo con Forbes, el año pasado, en México se consumieron productos de CBD por un valor de 50 millones de dólares, que podría llegar a los 275 millones de dólares. Sin embargo, está lejos de suceder ya que aún no existen las reglamentaciones necesarias para que se genere una industria formal en el país y solo hay proliferación de productos sin protocolos que pueden, más allá de brindar un beneficio, dañar la salud de los consumidores.
"Como cualquier medicamento, tiene sus efectos positivos, pero también puede acarrear efectos adversos. Por ejemplo, en personas con problemas de adicción. No es un medicamento inocuo, puede ser muy benéfico. Aunque, como cualquier fármaco, debe estudiarse muy bien y analizar cuáles son los alcances y limitaciones de su uso para poder prescribirlo con toda seguridad a nuestros pacientes", apunta el doctor Suárez Rodríguez, quien también es miembro de la International Association for Cannabinoid Medicines (IACM).
La planta de cannabis, además, puede tener efectos secundarios, algunos graves, si existe interacción con otros medicamentos que el paciente esté tomando. De ahí la importancia de que esta sustancia sea prescrita por un especialista para evitar complicaciones que lleguen a ser letales si no se conocen las dosis máximas o tóxicas, y las posibles alergias a los componentes del cannabis, tal como sucede con muchos otros fármacos.
"El listado de las enfermedades para las que se emplee el cannabis medicinal debe cuestionarse porque las usamos como agua, para las convulsiones, el cáncer... Queremos usarla para todas las enfermedades y no hay suficiente evidencia científica de manera internacional sobre las bondades y el uso clínico de la sustancia, sobre todo en nuestro país, donde hay tanta información mediática", subraya por su parte la doctora Allende Pérez.
La señora Benita contó con la fortuna de consumir un producto que le permitió gozar de una mejor calidad de vida durante los últimos días que vivió. No obstante, no es igual para todas las personas. Por eso, los especialistas insisten en que el cannabis medicinal siempre debe ser prescrito por un médico.
Fundación Ananda: vinculación entre médicos y pacientes
Jasiel Espinosa, director de Fundación Ananda, explica que esta organización sirve como un enlace entre médicos y pacientes usuarios de algún cannabinoide para mejorar su calidad de vida o coadyuvar en algunos de los padecimientos que tienen.
La doctora Silvia Allende señala que, una vez que el cannabis medicinal esté regulado y legislado en nuestro país, será muy importante que éste pueda ser accesible para todos los pacientes que lo necesiten.
La jefa de cuidados paliativos en el Instituto Nacional de Cancerología puntualiza que el tratamiento de cannabis medicinal funciona como un coadyuvante, lo cual significa que los pacientes en esta condición necesitan continuar con su medicación.
ha comprobado científicamente que los cannabinoides de la planta de la marihuana actúan en el sistema nervioso central y periférico, por lo que pueden ayudar a la mejora de:
- Dolores neuropáticos
- Náuseas y vómitos causados por cáncer o quimioterapias
- Insomnio
- Depresión
- Glaucoma
- EPOC
- Epilepsia y Parkinson
- Esclerosis lateral amiotrófica
- Insuficiencia renal
Casos de contraindicación
Como cualquier fármaco, está contraindicado en ciertos casos, dicen los expertos. Entre los pacientes a quienes no se les debe prescribir esta sustancia destacan:
- Pacientes con antecedentes de abuso de drogas, pues exponerlos a esta sustancia psicotrópica podría sumar el efecto estimulante y tener eventos adversos como crisis de esquizofrenia.
- Personas que toman antidepresivos u otros medicamentos que deprimen el sistema nervioso central.
- Pacientes con antecedentes de problemas psiquiátricos como esquizofrenia, psicosis y/o ataques de pánico.
La ciencia de la medicina cannábica
Cada vez son más los países que han legalizado la dispensación de cannabinoides para el tratamiento de ciertas enfermedades. Existen más de 100 tipos provenientes de la planta cannabis sativa y algunos de ellos se usan en la medicina cannábica para tratar padecimientos puntuales.
En nuestro país, a principios de año, se publicó un reglamento que regula el uso de cannabis medicinal con fines de investigación, producción y medicinales. Sin embargo, no ha sido del todo regulado y aún faltan ciertos requerimientos para utilizarlo en la práctica médica.
En entrevista con la doctora Mariana Hoyo, especialista en medicina cannábica, me comentó que cualquier médico mexicano, eventualmente, lo podría prescribir por medio de un recetario que expedirá la Cofepris. Pero, hasta ahora, no han emitido sus requisitos.
Por otro lado, aunque se han realizado múltiples investigaciones científicas, la comunidad médica mexicana debe involucrarse más en el movimiento del cannabis medicinal para garantizar la seguridad de los pacientes y evaluar la farmacología y su eficacia.
Además, podemos ver cómo otras naciones han aprobado el uso de ciertos medicamentos derivados del cannabis. A pesar de la evidencia científica, esto no ha ocurrido en México. Es necesario esclarecer que los cannabinoides no deben verse como producto milagro, aunque sí hay evidencia científica contundente sobre su uso en ciertas enfermedades que a continuación comentaré...
Para tratar náuseas y dolores
El delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (o CBD) son los principales cannabinoides usados en medicina. En Estados Unidos, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) ya ha aprobado dos fármacos: el dronabinol y la nabilona, que contienen THC. Ambos son novedosos para tratar la náusea en pacientes que reciben quimioterapia. Asimismo, el nabiximol, que contiene THC y CBD, ha sido aprobado en el Reino Unido, Canadá y varios países europeos para tratar el dolor en pacientes con esclerosis múltiple.
Para la epilepsia
Los síndromes de Dravet y de Lennox-Gastaut son males epilépticos caracterizados por convulsiones prolongadas y frecuentes en niños. Pueden causar disfunción cognitiva y problemas de comportamiento.
El Epidiolex, un medicamento de CBD de grado farmacéutico, fue aprobado en Estados Unidos el 25 de junio de 2018. Fue el primero en aprobarse y ayuda a pacientes de dos años de edad o más diagnosticados con alguna de estas enfermedades, y ha impactado de manera positiva en el tratamiento de las convulsiones.
Un artículo publicado en The New England Journal of Medicine reveló que en el 42.5% de los pacientes con síndrome de Dravet el cannabidiol permitió una reducción del 50% en la frecuencia de las crisis convulsivas. No obstante, se asoció con tasas más altas de eventos adversos.
Un llamado a involucrar al gremio médico
ICAN LATAM y la Asociación Mexicana de Medicina Cannabinoide son ejemplos de organizaciones mexicanas que promueven la capacitación e investigación en torno a los usos médicos del cannabis. Aunque esta reciente rama de la medicina ha mostrado ser eficaz para tratar los síntomas de algunas enfermedades, aún hay camino por andar para conocer con mayor detalle sus usos médicos. Otros países van más avanzados al aprobarlos como medicamentos disponibles en la práctica médica. La incógnita que surge es: ¿debe ocurrir lo mismo en México?