22 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

¡ADELANTE!

Los cinco son los más conocidos y se apellidan Yunes, así que si de aquí al 2016 las circunstancias continúan como hoy, seguramente aparecerán dos de ellos en las boletas, uno por el PAN y otro por el PRI.

Si no todos poseen las mismas posibilidades, sí están en condiciones similares. Es difícil definir quién aventaja a quién, aunque simpatizantes de unos y otros presumen que su gallo lleva la delantera en esta contienda, cuyo árbitro reside en Los Pinos y quien sin lugar a dudas se basará en encuestas, en eventuales alianzas con grupos y poderes fácticos y, sobre todo, en la  conveniencia política del momento.

El sucesor de Javier Duarte de Ochoa sería entonces José Yunes Zorrilla, Héctor Yunes Landa, Fernando Yunes Márquez,  Miguel Ángel Yunes Márquez o Miguel Ángel Yunes Linares.

Si no se han mareado,  enredado o hecho bolas con tantos Yunes, hagan sus apuestas, estimados lectores.

Así percibo la situación en caso de no surgir algún imprevisto… o  la liebre brincara por otro rumbo y resultara un candidato que en este momento no sea muy notorio o al que se le vean escasas posibilidades, como Julen Rementería, Juan Bueno, Erick Lagos, Jorge Carvallo o el propio Alberto Silva.

Una mayúscula sorpresa sería si el ungido no fuera ninguno de los antes mencionados… en una magistral jugada de estrategia política a la alta escuela.

Para ciertos analistas, José Yunes Zorrilla podría contar con la venia del presidente Enrique Peña Nieto, vía Luis Videgaray, y con el implícito apoyo del gobernador Javier Duarte de Ochoa.

 

Héctor Yunes Landa se mueve con una estrategia que, en sus respectivos tiempos, aportó pingües resultados a Vicente Fox,  Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y al propio Fidel Herrera Beltrán: anticiparse y nadar a contracorriente.