FELIPE DE JESÚS FERNÁNDEZ BASILIO
CORRUPCIÓN: EL REFLEJO DEL SUBDESARROLLO
Esta última semana nos ha dejado mucho para reflexionar respecto al tema de la corrupción, el cual es endémico en nuestro país, ya que la corrupción es vista por la mayoría de los mexicanos como parte de nuestras vidas, es decir como algo común y hasta incluso es aplaudida por la población.
Pero ¿Qué es la corrupción?, la corrupción es la descomposición o la putrefacción de alguna cosa y la palabra viene de la voz latina que da origen a la palabra castellana corromper y la cual se aplica tanto en la química inorgánica como en la orgánica, teniendo como ejemplos del primer caso el óxido en los metales, que no es otra cosa más que la descomposición de los mismos y en el segundo tenemos como ejemplo la destrucción de los cuerpos que han dejado de tener vida y los cuales de su agradable forma original evolucionan hacia algo absolutamente desagradable, por no decir que repugnante; es decir, se trata de la desintegración de cualquier cosa y que da como resultado algo no solo inútil sino incluso desagradable para nuestros sentidos.
Pues así acontece socialmente cuando hablamos de corrupción, ya que se trata al igual que en las ciencias naturales de la descomposición de un cuerpo para volverlo en algo no solo inservible sino incluso desagradable, ya que no se trata más que de algo podrido.
Pues bien, queridos lectores cuando hablamos de corrupción, lo hacemos de algo podrido y por lo mismo inservible y desagradable, ya que la corrupción en su aspecto social es la descomposición de las instituciones en lo colectivo y de las personas en lo individual y como toda descomposición en lugar de servir para mejorar lo que hace es perjudicar a quienes la padecen.
Ciertamente no se puede pasar por alto que la corrupción es algo totalmente humano y no solo es privativa de las naciones subdesarrolladas, también en el primer mundo se cuecen habas, sin embargo, lo que sí es propio del subdesarrollo es lo socialmente que es aceptada y que camina de la mano de su hermana la impunidad, quienes juntas son capaces de frenar cualquier progreso que pudiera llegarse a dar, ya que ambas lo que reflejan es la existencia de un país sin ley el cual ahuyenta las inversiones en la economía así como disminuye la calidad de vida de sus ciudadanos debido a los malos servicios que reciben.
Y como se dijo en un principio esta semana ha sido una muestra de lo perniciosa que es la corrupción para nuestro país y como ejemplo de ello tenemos el caso de la SCT y el socavón del paso a desnivel en Morelos, el cual seguramente fue un fruto de la corrupción gubernamental, porque debió de pagarse muy bien y se ejecutó con los peores materiales que existen en el mercado, quedando buena parte del dinero gastado en los bolsillos de los políticos que autorizaron dicha obra y viéndose no solo la impunidad sino el cinismo del Secretario de Comunicaciones y Transportes quien en lugar de renunciar a su cargo, como en cualquier país desarrollado hubiera sucedido máxime que se perdieron vidas por causa de una obra mal hecha, actúa como buen caradura destituyendo a funcionarios menores y simulando investigaciones que no van a llegar a nada y sigue desempeñando el puesto como si nada hubiera sucedido y claro, su jefe el Presidente de la República ni se mete, él mismo lo dijo .
La SCT es probablemente la dependencia más corrupta que hay en el gobierno mexicano, puesto que es la que maneja la mayor parte de los recursos públicos ya que su misión es construir y regular la infraestructura tanto de comunicación como de transporte, dos pilares fundamentales de la actividad económica y por lo mismo los intereses económicos que se ventilan en esa dependencia gubernamental son muy grandes y dada nuestra cultura estoy seguro que desde el Secretario hasta el más humilde de los residentes u oficinistas de dicha secretaría han sido parte de ese “modus operandi”.
Y ni hablar de los particulares que quieren obtener obras o permisos por parte de la SCT, quienes ofrecen todo tipo de regalías y compromisos ilegales con el afán de quedarse con el contrato o la autorización deseada y que con ello le dan la vuelta al marco legal.
Claro, todos piensan que las cosas así deben de ser y que ese es el modo de progresar e incluso se ha adoptado como divisa, la cual se ha plasmado en el conocido refrán político que dice que: “quien no transa, no avanza”.
Sin embargo, el antídoto para este tipo de males es la transparencia y la publicidad que se da a los casos de corrupción e impunidad que se llegan presentar ya que cuando todos esos “negocios” salen a la luz es pública es más difícil que se sigan llevando a cabo y si se empieza a generar un repudio social en contra de quienes caen en la corrupción será más fácil tener un desarrollo como país, ya que como dije al principio, la corrupción está en todo el mundo pero la diferencia está en el trato que se da a los que son sorprendidos en actos de corrupción ya que en las sociedades más avanzadas son objeto de sanciones ejemplares y del repudio social, mientras que en las naciones subdesarrolladas no sucede absolutamente nada e incluso el corrupto es admirado por la gente.
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