25 de Noviembre de 2024
Director Editorial Lic. Rafael Melendez | Director General - Dr. Rubén Pabello Rojas

POLISEMIA Vamos

 
Cecilia Muñoz

“Un día, una chica llamada Babi Souza tuvo una idea simple y revolucionaria: la próxima vez que estuviera sola, miraría a los lados”. Amiga lectora, estimado lector, quizás se pregunte ¿qué tiene de revolucionario mirar a los lados al transitar por el espacio público?
¿No es acaso algo que idealmente todos los peatones hacemos al cruzar las calles o como distracción en la inmovilidad de las filas y esperas varias? Bueno, sí. Pero Babi Souza no quiere que cualquiera mire a los lados sólo para apreciar las maravillas o desastres del paisaje; Babi Souza propone que seamos las mujeres quienes miremos a nuestro alrededor y ubiquemos a otras mujeres que necesiten compañía.

De acuerdo con la fanpage de “Vamos Juntas? Argentina”, Babi Souza creó el movimiento para incentivar a “las mujeres a ofrecer compañía y apoyarse mutuamente en los espacios públicos, aumentando así la sensación de seguridad y el fomento de una unión femenina”.

Si usted es mujer, seguramente sabrá de lo que hablo. Probablemente acudan a su memoria los recuerdos de las veces que volvía a casa de noche, sola, con las llaves entre las manos como improvisadas armas, o con un cigarrillo que nunca fumaba pero listo para quemar a quien se acercara demasiado.
 
 
Quizás piense en la incertidumbre que sintió cuando se quedó sola con el chofer y el amigo de éste en el camión, o cuando pasó frente a un grupo de hombres que no le dijeron nada, pero empezaron a susurrar entre ellos mientras la veían fijamente. Y así podría seguir, sacando de la memoria mis propias experiencias y las que he escuchado, pero seguramente tendrá sus propios recuerdos con los que seguir ilustrando esta lista.

Alarmada por la violencia de género que se vive en Argentina, Jéssica Pedroso habló con Babi Souza para emprender el movimiento “Vamos Juntas?” en dicho país. En forma de testimonios a través de la página de Facebook, Pedroso ofrece grandes ejemplos de lo que puede cambiar la cercanía de una mujer con otra: adolescentes perseguidas por hombres mayores, jóvenes amenazadas por un desconocido o acosadas verbalmente, mujeres que esperaban el autobús en una parada solitaria, cuentan un final diferente al que temían, y todo gracias a alguien que, sintiendo como propio su temor, se acercó para ofrecerles su compañía.

Ampliamente, amiga lectora, le recomiendo que le dé “Like” a la página “Vamos juntas? Argentina”, para que usted misma compruebe lo que la solidaridad femenina puede lograr. Muchos de los relatos, aunque breves, son tan esperanzadores en la medida en que son igualmente estremecedores. Pero más que nada, le recomiendo que la próxima vez que salga a la calle, así sea que se sienta la mujer más segura del mundo, mire a los lados. No sabemos a quién podría salvar nuestra compañía.