Este es un tema, el de las elecciones primarias en los Estados Unidos, que con toda franqueza no me siento con los suficientes argumentos como para verter una opinión lo más apegada a la realidad que sucede en este proceso en la Unión Americana. Si acaso la única certeza que tengo es la que la gran mayoría sabe, es decir, que hay una lucha en ambos bandos, el Partido Demócrata y el Republicano, en donde por el primero se disputan la candidatura Hillary Rodman Clinton y Bernie Sanders y, por el segundo, hay tres candidatos que están peleando fuertemente la postulación: el multimillonario Donald Trump, el cubano descendiente Marco Rubio y el ultraconservador Ted Cruz.
Pero para tener una idea lo más cercana posible a lo que en realidad está ocurriendo en el vecino país del norte, recurrimos a una versión de los hechos de alguien que está muy interiorizado del tema, que vive en Pasadena, Calif., pero al que además le apasiona el tema sobre todo ahora que se abre la posibilidad de que Trump, ese locuaz personaje, se alce con la candidatura por parte el Partido Republicano. El analista es Luis Cambustón, mexicano, veracruzano, que lleva más de veinticinco años de residencia en California.
MG: ¿Cómo ves esta coyuntura electoral, Luis?
LC: La gente seria que dice saber dice hoy que no sabe nada. Todo el mundo habla del fin de Trump y el fin de Trump no llega. Cuando insultó a las mujeres, a los mexicanos, a los musulmanes y a los chinos todos dijimos: ¡se acabó!, lo mismo cuando insultó al Papa volvimos a decir, ahora sí ¡se acabó! Y la verdad es que no se acaba. Hay varias razones detrás de su popularidad. Así como hay grandes pensadores de avanzada en la Unión Americana, también hay una gran masa de ignorantes funcionales ultranacionalistas, ultraconservadores, fanáticos religiosos y racistas. Hay gente que cree que Trump les está hablando personalmente con su moto Harley Davidson: ¡Make América Great Again! (¡Hacer América grande otra vez!). Esos fanáticos son los que quieren que gane Trump, quieren ver barcos de guerra norteamericanos por todos los océanos poniendo “orden en el mundo”.
MG: Pero entre sus seguidores también hay gente de buena fe, ¿no crees?
LC: ¡Claro!, no todos son ignorantes funcionales, también hay gente decente y de bien que se quedó fuera de la jugada del internacionalismo económico de nuestros tiempos. En los EUA hay pueblos enteros que florecieron en el siglo XX dedicados a la manufactura y hoy son pueblos fantasmas porque muchas compañías mudaron sus plantas a China y la gente que se quedó sin empleo cree que Trump va a recuperar la grandeza económica del país, que les va a devolver sus empleos. Hay ganadores y perdedores cuando la economía cambia y los perdedores quedan muy resentidos.
MG: Oye, ¿pero en el fondo hay un profundo resentimiento en contra de Barack Obama por el hecho de ser negro, hay un racismo latente ante un blanco como Trump?
LC: Por supuesto, sus enemigos políticos, el Partido Republicano y los del “Tea Party”, se han cansado de repetir que las cosas están muy mal en el país, que la situación de los estadounidenses bajo el primer presidente negro es un caos total y también han repetido una y mil veces que Obama les quiere quitar sus armas, que les quiere imponer a la fuerza un sistema de salud burocrático y que ha intentado robar su libertad religiosa, en pocas palabras, los enemigos de Obama le han achacado que él, el primer presidente negro, ha estado en contra del bien más preciado de los gringos, la libertad, cosa que por supuesto no es cierto, pero hay gente ignorante que todo se lo cree, rayan en el fundamentalismo.
MG: Pero, ¿quién va a ser finalmente el candidato republicano, Trump, Rubio o Cruz?
LC: El candidato del ‘establecimiento republicano’ (establishment) parece que va a acabar siendo Marco Rubio, después de que el que el favorito preliminar, Jeb Bush, se retiró. Habría que ver qué pasa en una competencia entre dos, Marco es de derecha y cambió sus posiciones sobre inmigración para atraer votos, ya también está empezando a hablar de deportaciones en masa y ha sugerido que va a continuar con la construcción del muro en la frontera, pero aunque Rubio es malo, no es tan malo como Trump. El tercer candidato con posibilidades, Ted Cruz, es un fanático religioso que dice que la biblia está por encima de la constitución, ¡hazme favor!, además es anticarismático y se ha ganado toda clase de enemistades en Washington por sus posturas ultraconservadoras, en el colmo, cómo lo verá la gente que hay quienes dicen que con Trump se podría negociar, con Cruz no, es un intransigente.
En resumidas cuentas, en el Partido Demócrata parece que la candidata va a ser, sin discusiones, Hillary Clinton, y en el Republicano, contra todos los pronósticos, acabará por imponerse Marco Rubio, por poco margen pero va a terminar alzándose con la victoria.