Agustín Contreras Stein
PARA EL precandidato del PRI a la gubernatura del estado, Héctor Yunes Landa, será muy difícil el reto de curar a Veracruz de todos los males que padece, en tan sólo dos años de gobierno y consecuentemente, de administración.
Es un enorme compromiso que contrae, desde ahora, el senador de la República con licencia.
Curar a Veracruz significa enormes esfuerzos que dadas las condiciones económicas en que vive el país, pareciera que se trata de algo que cae dentro del campo de la imposibilidad.
Pero no es así. Héctor Yunes Landa expresa con plena conciencia lo que está ofreciendo a los veracruzanos, porque ha tenido el tiempo suficiente para estudiar y analizar la situación política y económica de la entidad veracruzana. Se enfrenta, sin duda, a un enorme compromiso.
En su recorrido por los distritos electorales, donde ha tenido la oportunidad de dialogar con los delegados de su partido, ha encontrado la verdad de lo que pasa en Veracruz. El estado requiere de una verdadera medicina, recetada por quien sabe perfectamente bien el diagnóstico de la enfermedad.
Curar a Veracruz, como lo determina el mismo precandidato, no será nada fácil para un hombre que tiene experiencia, pero al que le faltarán muchos elementos indispensables para hacerlo, como es el asunto relacionado con los recursos económicos, ya que ése ha sido el problema más grave de todas las administraciones estatales, principalmente, la que ejerce ahora el poder en la entidad.
Pero sin duda, el mismo Héctor sabe por qué lo dice y por qué lo ofrece. Curar a Veracruz es un reto del primer orden, pero tiene, seguramente, la posibilidad de que siendo gobernador de la entidad, la federación le tienda la mano, pues de otra manera, no será posible resolver los grandes males de los veracruzanos. La cura, en verdad, tendrá muchos obstáculos.
Cuando tenga el poder, Héctor Yunes Landa sabrá cómo conducirse para no caer en las malas tentaciones y cumplir, como siempre lo ha manifestado, con las más grandes demandas de los veracruzanos, porque bien ha dicho que el poder no lo quiere para corromper, lastimar o mentir. Tampoco quiere el poder que beneficia a unos cuantos, y ha ido más allá cuando reclama con fuerza y decisión que el beneficio ha sido, efectivamente, para unos cuantos, pero aun así no se han dado resultados que puedan percibirse entre la población.
“con honestidad y eficacia, quiero servir, ¡soy el único que puede componer a Veracruz!”, es la frase que ha acuñado desde hace tiempo y que ahora está en posibilidades de poder concretar.
Héctor Yunes Landa representa hoy la posibilidad del cambio en muchas cosas, con nuevos proyectos políticos y materiales que beneficien a los veracruzanos en lo general, pero también, por qué no, dar continuación a lo que exista y que sea viable.
Así es como ahora, el precandidato priista a la gubernatura del estado, está trabajando, pues bien lo ha dicho y así lo espera mucha gente, que cuando sea gobernador del estado, empleará todo su tiempo para recomponer a Veracruz.
Y esto, sin duda, tendrá que hacerlo día y noche, porque dos años es poco tiempo, aunque eso sí, tal y como también lo ha dicho, dos años son suficientes para transformar a Veracruz.
LA ADMINISTRACIÓN MUNICIPAL está preocupada por la Xalapa que vamos a dejar a nuestros hijos.
Eso es lo que recientemente ha venido señalando el alcalde Américo Zúñiga Martínez, tanto en las escuelas que visita como en lugares o espacios donde ha sido posible enviar este mensaje.
Tiene razón el presidente municipal cuando afirma que el trabajo que se desarrolla actualmente en la ciudad, es porque se quiere una Xalapa con justicia social, que no deje de lado a las niñas y a los niños que merecen una mejor infraestructura vial y una mejor educación, por eso estamos apoyando a todas las escuelas de la ciudad.
Si todos los hombres y mujeres que están dedicados al quehacer público, así lo consideraran permanentemente, no tan solo Xalapa, sino todos los pueblos y ciudades de la entidad veracruzana, se estaría trabajando en gran parte por el bienestar de las nuevas generaciones.
A Xalapa, como a Veracruz, se le debe ver con futuro, porque hay que dejar una huella permanente de lo que ahora realizan las generaciones de veracruzanos en turno, para que sea muestra de lo que las nuevas generaciones también puedan hacer por esta ciudad y por este estado.
Américo piensa en las niñas y en los niños, al trabajar por esta capital veracruzana, por qué no todos pensar de la misma manera y sumarse a estos proyectos que tienen pleno sustento en estos días difíciles por los que atraviesa la ciudad y la entidad, en sí misma. Hay que reconocer que invertir en las nuevas generaciones, es procurar una mejor vida para ellos, alejados de los malos pensamientos que los ponen, en determinado momento, en el más grave riesgo de marginarse y conducirse por los caminos que corrompen y lastiman para siempre.
Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.
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