Agustín Contreras Stein
Las cosas que pasan
NO hay duda, Veracruz sigue viviendo en el desorden político.
Hasta el momento, no se ha confirmado que le hayan pedido la renuncia al actual dirigente estatal del PRI, Alfredo Ferrari Saavedra.
Tampoco se ha dicho si es verdad lo del cambio en la dirigencia estatal del tricolor o simplemente fue un mentado borrego.
Lo que sí es cierto es que Alberto Silva Ramos se adelantó en esta jugada, queriendo sorprender a todos, incluyendo a los medios de comunicación y a políticos de gran altura, como es el caso de los propios senadores de la República, también del PRI, que inmediatamente reaccionaron al rumor soltado por el mismo legislador federal, de que vendría a sustituir al actual presidente del Comité Directivo Estatal del PRI.
Silva Ramos se encontró con la pared. Los mismos medios de comunicación, sorprendidos, una vez retomada la calma, analizada la situación política de la entidad, negaron que la noticia convertida en bomba política, explotara con los efectos que se querían.
Los senadores de la República dijeron no. Los medios de comunicación también opinaron que sería una verdadera aberración lo que, supuestamente, se pretendía. La opinión pública también participó, de tal manera, que negaron este hecho, sin considerarlo viable.
Estas son las cosas que pasan, sin duda, al calor de la sucesión gubernamental, que ahora, habiendo un presidente de la República, un fuerte dirigente nacional del PRI, nadie puede decir nada, hasta que los máximos jerarcas de la política nacional lo aprueben. Así de sencillo.
LO QUE sí parece confirmarse es el nombramiento del exgobernador del estado, Fidel Herrera Beltrán, como nuevo cónsul de México en la ciudad de Barcelona, España.
Se afirma que tal nombramiento se da en momentos cruciales para la política en Veracruz. Que por esa razón lo mandan a España, debidamente condicionado.
Y cuál es esa condición. Muy sencilla, que no regrese hasta que cumpla con su trabajo y el tiempo para el cual se le ha confinado. No tendrá permiso para venir a México, menos a Veracruz.
Y finalmente, que se mantenga completamente al margen de todo lo que está ocurriendo en la entidad veracruzana, lo cual se ve difícil, considerando que Fidel es un hombre muy hábil, de los más hábiles que se pueden contar en Veracruz, y quizá en el país. Sin embargo, así están las cosas.
Pero, como dice el dicho, hasta no ver, no creer, por lo que se tendría que esperar un tiempo determinado para considerar si su nombramiento se concreta o es otro borrego más que se suelta para medirle el agua a los tamales, como es común decir en estos casos.
Sin Fidel, cuentan las malas lenguas, principalmente las de doble filo, que podría recomponerse el panorama político estatal, ya sin la sombra que camina detrás de todo lo que está sucediendo en este momento.
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