Jorge Arturo Rodríguez
Empezar en casa
No es cuestión de “me quiere o no me quiere”, tampoco de jugársela a la moneda ni mucho menos a “tijeras, papel o piedra”. El chiste es votar, un derecho que se ejerce y debe vigilarse. No estoy ni a favor ni en contra, ni en abstención, sino todo lo contrario. “No soy de aquí ni soy de allá…”
No sé a ciencia cierta qué es eso que llaman democracia, tan manoseada, hecha añicos por nosotros mismos que no hemos sabido cuidarla, cubrirla de congruencia, honestidad, valentía, raciocinio y lo que quiera usted agregarle. Ya lo dijo Hugo Hiriart: “La democracia no consiste en elegir bien o mal, sino en hacerlo de manera legítima”. (…) “…la pasión que desata la lucha por el poder obnubila la razón y es similar a la pasión de los celos. (…). Elegir es favorecer y excluir simultáneamente”. ¿Se entiende?
Hace unos días se realizó la elección del Comité Directivo del Sindicato Único de Trabajadores al Servicio del Poder Legislativo, donde los agremiados reeligieron —no se reeligió solito— a José de Jesús Rodríguez Hernández. Claro, hubo de todo un poquito, como debe ser en una asamblea cuyos asistentes creen en la democracia. Pero la sesión se desarrolló de manera tranquila. Pepe ganó por mayoría, por algo será, ¿no?
No recuerdo quien dijo que todas las pruebas muestran claramente que si usted es miembro de un sindicato, es probable que obtenga un mejor salario, más igualdad salarial, mejorar la salud y la seguridad, más posibilidades de obtener una formación, más posibilidades de tener condiciones de trabajo que ayude si tienen responsabilidades familiares... Y más.
Los logros que ha conseguido Pepe para los agremiados no han sido de la noche a la mañana. No hagamos historia, por ahora. El caso es que después de algunos contratiempos, predominó el acuerdo, la sensatez, la responsabilidad compartida, y aquí tuvo que ver el maestro Juan Nicolás Callejas Arroyo, quien mostró siempre prudencia, manejo con tacto fino pero firme, con apego a la experiencia, a la inteligencia del diálogo y la concertación a fin de lograr mejoras para los trabajadores, sin menoscabo del presupuesto. Desde luego, ambas partes así lo entendieron, pos de eso se trata, de avanzar mediante el entendimiento. En consecuencia, salió ganando el Poder Legislativo, es decir, todos. Pese a quien le pese.
Claro, siempre es buena la oposición, esa parte que aguijonea a ser mejor, qué seríamos sin la competencia. Ahora, a mejorar las relaciones internas del Sindicato, a transparentar procedimientos, uso de recursos económicos y humanos, a desterrar actos de corruptelas —si los hay—, porque si exigimos a los partidos políticos y gobernantes que lo hagan, ¿por qué no empezamos por nuestra propia casa?
Los días y los temas
Hablando del Sindicato Legislativo, felicito a Francisco Javier López Anaya, mejor conocido como “Chabelo” —¿por qué será?—, compañero de trabajo que lucha constantemente por superarse. Con esfuerzo ha logrado obtener la Licenciatura en Derecho por la UPAV y la Maestría en Derechos Humanos y Juicio de Amparo por la Universidad de Xalapa. Su esposa Gloria y sus hijas Ana Gabriela y Gloria Denisse —por cierto, excelente reportera de Telever que promete para más— seguramente estarán orgullosas de él. Bien.
De cinismo y anexas
Escribió Julio Cortázar: “La filosofía está siempre a dos dedos de la nariz. Sería cosa de preguntarse si el resfrío no precedió a la reflexión”. Muchos nomás nos la pasamos estornudando.
Por lo pronto, ahí se ven.