Por Sergio González Levet
No tiene pierde la entrevista que le ha hecho Luis Velázquez a Daniel Galindo Moreno, el hasta hace poco secretario del ayuntamiento de Veracruz, a quien se señaló como uno de los culpables y/o responsables de la derrota que sufriera Anilú Ingram en la pasada elección para diputado federal por el Puerto.
Como el reportero que es y siempre ha sido, el maestro Velázquez le dirigió una andanada de preguntas al exfuncionario municipal, siempre con el olfato puesto en la noticia, en la revelación, en la exclusiva (ah, tan poco buscadas por las nuevas generaciones de ¿comunicadores?).
Y el joven político porteño (32 años apenas y ya una buena hoja de servicios siempre dentro del establo priista, aderezada con varios premios de oratoria) supo aguantar y mantenerse dentro de lo que es el canon para los militantes tricolores: el respeto al liderazgo.
Por eso Luis Velázquez cabecea la entrevista con un “No estoy resentido con Duarte”, y discurre a lo largo del texto con sus intentos de descarrilar la línea de institucionalidad, que el otro nunca pierde.
[Para los jóvenes que aún quieren ser buenos reporteros, este texto del maestro Velázquez es un modelo de cómo se debe hacer una buena entrevista. Los remito a ellos y al público lector a la liga en la que se puede leer el trabajo completo: http://www.blog.expediente.mx/nota/14389/periodico-de-veracruz-portal-de-noticias-veracruz/no-estoy-resentido-con-javier-duarte].
Y de regreso a la nota en sí, tenemos oportunidad de escuchar la versión de Daniel Galindo, uno de los principales afectados por la sospechosa derrota de Anilú, quien afirma que él nunca estuvo en contra de la candidata, y menos que hiciera trabajo en contra de ella entre las bases priistas jarochas.
“Algún día la verdad se impondrá.” -augura Daniel- “El alcalde Ramón Poo, mejor que nadie, sabe que nunca, jamás, hubo una traición de mi parte. Todos estábamos seguros de que Anilú ganaría. Y por eso hubo histeria colectiva, alarma, cuando trascendió su derrota.”
Ahí es cuando asegura: “No estoy resentido. Ni guardo rencor. El rencor envenena el alma. Además, Anilú Ingram tenía un coordinador general de campaña.” […] “Y, en efecto, yo participaba en la campaña; pero como simple asesor electoral’’.
Luis acota que “en la campaña electoral de Anilú, que fue de 60 días, Daniel Galindo era secretario del Ayuntamiento. Y la carga laboral ahí es pesada. Por ejemplo, estar pendiente del alcalde. Estar pendiente de 15 regidores. Estar pendiente de unos 20 funcionarios de confianza. Estar pendiente de la agenda pública.
“Ninguna hora, pues, libre, para armar un complot en contra de Anilú Ingram.
“Ninguna.”
El comentario final de la entrevista tiene que ver con el futuro electoral del entrevistado, y culmino con él también esta entrega:
“Daniel Galindo sueña. Sueña ahora, por ejemplo, con la candidatura priista a diputado local el año entrante.
“—¿Ya habló usted con Javier Duarte?, pues sólo con la bendición de Duarte procede la candidatura a diputado local.
“—No. No lo he buscado. Duarte siempre ha sido muy sincero conmigo. En unos días lo buscaré.”
“—Yo estoy trabajando con la militancia priista. Y si las circunstancias lo permiten, seré. De lo contrario, me sumo para que el PRI gane la gubernatura.”
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