Por Edgar Hernández*
Como pez en el agua se desenvuelve José Antonio Nemi Dib.
Después de su abrupto tránsito por la Secretaría de Salud que le trajo más problemas que beneficios, este político que lleva más de 35 años al servicio de la institución tanto estatal como federal, entra a un cauce que le es natural, la seguridad pública.
Ahora al frente de la Secretaría Ejecutiva del Consejo Estatal de Seguridad Pública, da cuenta que el índice de secuestros en Veracruz ha disminuido un 48.1%, es decir se han reducido a casi la mitad en menos de un año.
Buen dato.
Mejor que se esté metiendo la mano en un tema tan sensible como es la seguridad de las familias veracruzanas.
Hoy Veracruz está en el número 13 a nivel nacional con el número "absoluto" de secuestros, es decir, no es una tasa n donde se divida el número de plagios entre el número de habitantes, es el total de secuestros, por lo tanto es una cifra significativa.
Y Nemi Dib sabe del tema.
Hoy su presencia mediática está en el medio tono. No anda tras los reflectores. Busca cumplir su chamba a través de una ventana tan importante como es la federal ya que justamente este Consejo de Seguridad sustenta su apoyo en el proyecto nacional de seguridad.
Acaso por ello llama la atención la precisión de Nemi cuando afirma que "En materia de secuestros pasamos de 79 a menos de 40 en el período. Estábamos en el octavo lugar y ahora estamos en el lugar 13, es casi la mitad de secuestros en menos de un año. Esto quiere decir que la estrategia está dando muchos resultados positivos", destacó.
El funcionario estatal subrayó que además del secuestro, el homicidio violento ha disminuido, así como el homicidio imprudencial, casi en un 30%. Recordó también que hace poco dio a conocer que se ha reducido también el robo de vehículos en 44%.
Son datos que si bien demuestran que en materia de seguridad aún se viven momentos complejos, también lo es el trabajo que sobre ello se aplica de parte de las autoridades responsables.
Nemi Dib a la par que reconstruye su imagen, pan pianito, contribuye a la reconstrucción del tejido social seriamente erosionado por recrudecidos problemas de seguridad pública.
Queda acaso buscar el camino del diálogo y la concertación con la Secretaría de Seguridad Pública y la Fiscalía General del Estado que de siempre han visto al Consejo de Seguridad Pública como el “patito feo”.
Lo apartan para que no los opaque.
Tiempo al tiempo.
*Premio Nacional de Periodismo
