Manuel Rosete Chávez
Después del petróleo y el agua, sólo falta
que nos anuncien la privatización del aire...
Yo
Toño Nemi, un político distinto
Son muchas y muy variadas las diferencias que tiene el político cordobés con los integrantes del gabinete del gobernador Javier Duarte de Ochoa, a quien aprecia y respeta, según lo afirmó durante la trasmisión del programa Polaca a la Veracruzana, de anoche, al que asistió como invitado.
Lo primero que mostró Juan Antonio Nemi Dib es su concepto muy claro de lo que es un gobernador del estado. El guía político, la máxima autoridad a quien hay que respetar y apoyar en la medida de las capacidades de cada persona que invita a colaborar, con lealtad y sentido de responsabilidad.
Toño Nemi, según sus propias palabras, se preparó durante mucho tiempo para poder ser secretario de Salud, solo que al llegar enfrentó graves problemas que no fueron con un sindicato sino con personas que pertenecen a una organización sindical cuyas acciones perjudican al sector salud. Y fue tanto su empeño por enderezar lo que estaba mal que llegó al grado de una confrontación que puso en serio peligro la atención de la salud de los veracruzanos y, en aras de causar el menor de los daños, el gobernador Javier Duarte optó por aceptar la renuncia al cargo de Toño Nemi, un político acostumbrado a sortear cualquier cantidad de problemas que se le han presentado a lo largo de su productiva carrera política, merced a su talento.
¿Se puede acabar con la violencia?
El 2 de diciembre de 1993 mataron en Colombia a Pablo Escobar Gaviria, el capo que logró tener el control total del tráfico de cocaína a fuerza de instaurar un clima de violencia jamás vivido en ese país. Lo mataron cuando intentaba huir por el techo de su última guarida, en Medellín.
Su hijo, Sebastián Marroquín, siempre dice que no entiende a los que quieren ser como su padre, pues “si conocieran la historia de Pablo Escobar ninguno osaría repetirla”.
Sin pretender decir que Colombia ha salido de la espiral de violencia en la que cayó en los años 90, el caso de ese país pone bajo la lupa las cosas que no está haciendo México para emerger de su propia pesadilla.
En la lucha contra la violencia falta que los límites entre la delincuencia organizada y el Estado se definan con claridad, y que la clase política enfrente, unida, el peligro que representa la criminalidad para la democracia.
Tampoco tenemos a una sociedad unida contra los cárteles. El episodio de Iguala demostró lo grave que es la penetración de los criminales en las instituciones, pero también cómo la parte más vocal de la sociedad no ha cobrado conciencia de quién es el enemigo.
Detener a los capos del narcotráfico y descabezar a los cárteles es una labor importante, pero falta lo esencial: un frente unido de todos, al margen de diferencias políticas, contra esta amenaza y un rechazo absoluto a toda violación del Estado de derecho.
No quieren a Julián Loyo
Un amigo que representa a un grupo de jóvenes que está molesto con el actuar del subsecretario de la Juventud, Julián Loyo Helo, considera que ha realizado un pésimo trabajo como funcionario, pues los recursos que la dependencia asigna a los jóvenes los entrega únicamente a sus amigos y conocidos, además de que no los recibe ni los atiende. En razón de lo anterior, piden dar a conocer que ya han pedido por escrito la renuncia de este funcionario al gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien les aseguró que tomará cartas en el asunto.
Y nos mandan el siguiente texto: “Dirigentes estudiantiles y juveniles de todo el estado solicitaron en días pasados al gobernador del estado, Javier Duarte de Ochoa, la destitución de Julián Loyo Helo como subsecretario de la Juventud por los malos resultados que ha dado al frente de la dependencia. Los jóvenes se quejan de que los recursos que entrega esta área a diversas organizaciones se asignan únicamente a amigos y conocidos del funcionario, además de que, dicen, no los recibe ni los atiende. Señalan también que Duarte se comprometió con ellos a revisar este caso y tomar cartas en el asunto”.
Reflexión
Ayer supimos bien a bien a qué se debe que haya regresado Tomás Ruiz González a ocupar una Secretaría de despacho en el Gobierno. Resulta que de las observaciones que hizo recientemente la Auditoría General de la Federación, las más graves tienen que ver con lo que Tomás Ruiz hizo como secretario de Finanzas y Planeación. Cuentas claras libertades amplias. Escríbanos a [email protected] [email protected] www.formato7.com/columnistas