24 de Noviembre de 2024
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Acertijos: El abarca de Medellín

Gilberto Haaz Diez

*De Ortega y Gasset: “El mayor crimen está ahora, no en los que matan, sino en los que no matan pero dejan matar”. Camelot.

EL ABARCA DE MEDELLÍN

Si las cosas resultan como las señala y apunta y confirma el Fiscal Luis Ángel Bravo Contreras, estamos ante otro Abarca en Medellín de Bravo. Es increíble descubrir ahora que son las policías municipales las que se encarguen de los trabajos sucios. ¿A qué hora se nos jodió el país?, dirán propios y extraños. La tarde del domingo un boletín espantaba, asombraba. El alcalde de Medellín, Omar Cruz Reyes, era señalado como presunto autor intelectual de la muerte de un periodista que ejercía una especie de crítica contra ese alcalde, desde unas hojas o página de Internet en su blog personal, Moisés Sánchez Cerezo. Nadie tiene el poder y derecho de quitar la vida de otro, a menos que se atenga a las consecuencias. Pero en un país como el nuestro, donde la impunidad es un reflejo de vida, cualquier sujeto despreciable se da el lujo de ordenar mandar a matar a alguien, como si viviéramos en Irak, donde la vida no vale nada. O en aquella Colombia de Escobar (ver el film de Benicio del Toro). A diferencia de Iguala, Guerrero, aquí el procurador le tiene al alcalde marcaje personal, para que no huya. El PAN asegura que su alcalde es inocente. Algunos toman esto como revancha de partidos, señalan que el alcalde es panista y no son los partidos, ni PRD ni PRI ni PAN los culpables de que les lleguen delincuentes. Sí son culpables de no hacerles la prueba de la parafina y de la locura, porque se debe estar loco para mandar a matar a alguien desde el poder pinchurriento de una alcaldía pequeña. O aunque fuera grande. Bien por el Fiscal. En Veracruz, renace la vieja tesis policiaca: “El que la hace la paga”.

EL COMISIONADO CAÍDO

Hace un año llegó —como MacArthur a las Filipinas a poner orden. El condecorado MacArthur supervisó la ocupación de Japón desde 1945 hasta 1951, y se le atribuye el mérito de los amplios cambios democráticos realizados en el país durante esas fechas— el comisionado Alfredo Castillo Cervantes, con la bendición peñanietista. Avalado por ser un funcionario eficiente amaneció como comisionado en Michoacán, estado que se desgarraba entre las muertes, ajusticiamientos, fosas comunes y secuestros. Hizo lo que pudo, contactó grupos que, al más estilo villista, ponían orden por su cuenta. Primero mata, luego averigua. Las llamadas autodefensas. Con ellas pactó algunas veces para bien y otras para mal, y ese mundo michoacano ya no volvió a ser el mismo. Hace unos días lo relevaron. Dijo el chinito Osorio Chong que el presidente había captado la lectura de los partidos políticos (que son como el Orfis, no sirven para nada) y que, como se aproxima el proceso electoral, dejarán al viejito ese de gobernador, que es también como el Orfis, y como el otro, el de Guerrero, que solo pelan los ojos ante las adversidades. Castillo pinta para algo más. Algunas veces, en el paroxismo de sus éxitos se le veían tamaños para ser el secretario de Gobernación. Hoy quien sabe. Las muertes de los ‘autodefensas’ le minaron ese camino que iba predestinado a la gloria. El relevo es un general de División Diplomado del Estado Mayor, Pedro Felipe Gurrola Ramírez. Tiene en su curriculum un egreso de la Escuela de Infantería del Fuerte Benning (Fort Benning), en Georgia, Estados Unidos, donde salen puros militares picudos. O sea, que esa maluria debe andar con cuidado. Castillo se fue y soltó una prenda como Fidel Castro: “La historia nos juzgará en su momento”. No hizo mal papel. Ahora llega el General, como MacArthur en aquellos años.

EL PIOJO Y SUS RATONES

Una compañía de medios, que se dedica a tomarle el pelo a medio mundo, publicó que el Piojo Herrera (Miguel Ernesto Herrera Aguirre. Cuautepec de Hinojosa, Hidalgo, 18 de marzo de 1968), aparece como el séptimo mejor entrenador del mundo. ¿Y ahora? ¿De cuál fumaron? El Piojo y sus ratones verdes apurado pasaron como los otros Mundiales, sin alcanzar el maldito quinto juego. Piojo no tiene más méritos que los otros que han dirigido a la selección. Ninguno llegó al Quinto Juego. Cuando no fueron los penaltis fueron los no cambios de Mejía Barón. Alguna maldición nos persigue en eso. Cada cuatro años apretamos aquellito y ni así. Ni con los rezos del Padre Marcos pasamos. Quizá el mérito del Piojo es que la televisora que lo parió le dedicó más horas a él que a la Reforma Educativa, con shows, con su mami en el Canal de las Estrellas, con programas de concursos y con patrocinios en tarjetas bancarias y en gobiernos donde cachetean a los amigos. En esa parafernalia, y en la forma de festejar los goles de los mexicanos al grito de guerra, el Piojo no es séptimo lugar, es primero. Venga.

LOS GORDIS

El gobierno del DF implementa un warning de ejercicio. Ante los altos índices de salud, donde de cada diez niños, cuatro presentan obesidad, y en adultos solo tres de diez se salvan de no ser gordos, oferta ese gobierno boletos gratis del Metro porque cada uno de los gordis haga 10 sentadillas en aparatos especiales, fijados en las terminales del Metro o Metrobus. El secretario de salud, el Ahued chilango, tío o primo del Ahued veracruzano, implementa esos esquemas de asunto de salud pública. Va a regalar también 80 mil podómetros, esos aparatitos que miden los pasos, pues los expertos en salud aseguran que lo recomendable es caminar cinco mil pasos en el transcurso del día. Y masticar 70 veces cuando se come carne, aunque duela la mandíbula. Buena idea.

LA AT&T

La compañía Nextel anda como el rey Tojo: tojodida. Esos radios, que eran una maravilla de comunicación, hoy fallan y fallan y vuelven a fallar. ¿Pues qué creen? La poderosa AT&T (American Telephone and Telegraph), creada en 1885, la compañía telefónica más grande del mundo, cerró un acuerdo para comprar Nextel México por mil 875 millones de dólares. Qué bueno, esa compañía ahora sobrevivirá, para bien de los consumidores.

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