*De José Martí: “La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes”. Camelot.
Llega el Rey Felipe VI de España a Veracruz, cuando la patria se nos mece en una hamaca, y oímos vientos como los de Juan Rulfo en su Pedro Paramo: “El aire nos hacía reír, juntaba la mirada de nuestros ojos, mientras el hilo corría entre los dedos detrás del viento, hasta que se rompía con un leve crujido como si hubiera sido trozado por las alas de algún pájaro. Y allá arriba, él pájaro de papel caía en maromas arrastrando su cola de hilacho, perdiéndose en el verdor de la tierra”. Como nuestro país. Felipe VI dejó su tierra bendita de Dios y se vino a Veracruz, aquí donde, cuando él ni pensaba nacer (30 enero de 1968), en los años 1939 al 42, México abrió sus puertas al Exilio Republicano, acto que mucho nos honró, como aquel de los Niños de Morelia de Tata Cárdenas.
Felipe conoce esa historia, sabe que México es grande y amigable, que siempre tiende una mano a los perseguidos, y Felipe sabe que aquí, en el pedacito de patria que sabe sufrir y cantar, o sea Veracruz, aquí llegaban todos ellos en esos barcos llamados Sinaia, Ipanema, Mexique y Flandra. La mayoría procedentes de Francia, donde estaban refugiados de paso. La historia de México y la de Veracruz están muy ligadas a España. Aún años después, cuando ya no eran perseguidos, buscaron estas olas apacibles y esta gente cálida, como son los veracruzanos. Muchos se asentaron allí, otros siguieron el camino y oían el viento de las altas montañas y les gustó Córdoba, Orizaba, Puebla o el DF. Pero este fue el camino. Aunque también de aquí, en el Fuerte de San Juan de Ulúa, se fueron los últimos españoles conquistadores, porque les gustó tanto como un hotel Holiday Inn y ya no querían irse, pero la historia les pedía nadar para ponerse a salvo. Allí renacimos (1825), hermanados en lenguaje y costumbres.
BIENVENIDO REY
El presidente Peña Nieto debe saber que, cuando la República se vio en peligro y nos acechaban fuerzas internas y externas, más peligrosas las internas —porque, bien lo decía Séneca: son las aguas internas las que hunden los barcos, no las externas—, aquí Benito Juárez buscó refugio (1858) con la República bajo el brazo, y con el cobijo del gobierno de Manuel Gutiérrez Zamora se acuarteló y de aquí nacieron al mundo las legendarias Leyes de Reforma. Peña debe saberlo, y quizá (siempre los quizás) de aquí en adelante, con el calor fresco que pega ahora del Golfo de México, por los frentes fríos, Veracruz le dé suerte y le guíe por buen camino, un camino que él no buscó y se le apareció por un alcalde criminal y un gobernador desatendido, que el presidente apechuga y da la cara como deben hacerlo los presidentes. En México mamaron la intelectualidad. Con la llegada de los españoles se fundó La Casa de España y el Colegio de México. Un escritor dijo que el verdadero vencedor de la Guerra Civil de España fue México, por toda la intelectualidad que nos llegó, entre ellos el gran León Felipe, que aquí murió en Ciudad de México el mismo año que el Rey Felipe nacía, 1968. Poeta de aquella generación del 27, dejó de legado su obra, Sé todos los cuentos: “Yo no sé muchas cosas, es verdad, digo tan sólo lo que he visto. Y he visto: Que la cuna del hombre la mecen con cuentos, que los gritos de angustia del hombre los ahogan con cuentos, que el llanto del hombre lo taponan con cuentos, que los huesos del hombre los entierran con cuentos, y que el miedo del hombre… ha inventado todos los cuentos. Yo no sé muchas cosas, es verdad, pero me han dormido con todos los cuentos… y sé todos los cuentos”.
LOS PICUDOS
Llegan muchos jefes de Estado. Empresarios picudos como Emilio Azcárraga Jean, el dueño de la poderosa Televisa. La empresa televisiva ofreció una cena a presidentes, Rey y comunicólogos, el presidente Peña la reconoció como una empresa orgullo de México, y Azcárraga asentía. Los Slim y demás, aireando su fama y billete. El presidente de Uruguay, José Mujica, que le metió un gol a México y el Ministro de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade, reaccionó como aquellos viejos priistas indignados, llamando al Embajador de Uruguay a que explicara lo explicable, lo del Estado Fallido. Mujica dictó conferencia señera un día antes en Guadalajara en la Feria Internacional del Libro (FIL), y en el auditorio Salvador Allende de la UdeG, clamó porque los jóvenes no se rindan. Y que nos queramos todos: “Yo sé que pasan por un momento difícil, pero no se puede luchar por algo que no se quiere, quieran a su país, siéntanlo, comprométanse”. Abro el diario El País, el presidente Peña aparece con el Rey Felipe, Mariano Rajoy por allí anda, a las vivas, el presidente del gobierno de España y su barba reconocida. El Rey pide lo que todos deseamos: “Desterrar o reducir a la pura anécdota la pobreza y el desempleo”. Y como su palabra es la ley, y la suya es de Rey, pues hagámosle caso. España tuvo sus problemas, una crisis del ladrillo los golpeó de frente. Todos los españoles vivieron su vida loca y se endeudaron en compras de departamentos y chalets, cuando les quitaron la escalera sintieron como nosotros cuando aquel Fobaproazo, calambres y temblores. Pero Rajoy dice que van saliendo. Hay muchos empresarios, capitanes de empresas, directivos de más de 250 compañías de ambos lados del Atlántico, de esos del Forbes, a los que no les falta la quincena ni deben en la tienda de la esquina. Ni se preocupan por pagar la renta, el teléfono y la luz, como la Bartola.
VERACRUZ CUMPLIDOR
Veracruz está cumpliendo, los mandatarios llegan a sus sitios, a los hoteles, al centro de convenciones (WTC), el presidente Peña jaló a todo su Gabinete; el gobierno veracruzano hace su parte. Es la XXIV Cumbre Iberoamericana, 22 países de América y Europa juntos. En ésta no hubo descortesías, no ocurrió como aquella Cumbre Extraordinaria de Monterrey, donde un día un presidente locochón dijo a otro barbón dictador: “Comes y te vas”. Ayer el gobernador Duarte lucía en su BlackBerry la foto con el Rey, de él y su señora esposa, Karime Macías de Duarte.
Javier ya lo conoce. Le vio en España hace un año cuando la Feria Internacional de Turismo y cuando se fue a titular en su doctorado a la Complutense de Madrid. Todos tienen y quieren foto con el Rey. Anilú Ingram, la presidenta de los diputados, por igual, la luce, una foto que bien podría titularse: La bella y el Rey. Larga vida al Rey, y a los príncipes jefes de Estado desearles que rapidito combatan la pobreza, que la Cumbre sea un éxito, como lo fueron los Juegos Centroamericanos y del Caribe (JCC)
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