Gilberto Haaz Diez
*En los JCC Veracruz 2014, por la delegación de México se han inscrito 716 deportistas, de los cuales 350 son mujeres y 366 hombres. Camelot.
La mansión del presidente, o de su esposa, la que llamaron La Casa Blanca Mexica, alegró los corazones, como el Cielito lindo, de la prensa mundial. Entre Ayotzinapa y La Mansión presidencial, como tituló Proceso, hay un mundo de distancia. En El País, diario español, se dieron cuenta que no tenemos crisis económica, y que nuestros presidentes viven bien. Las redes sociales trabajaron, un panista me dijo que a Peña Nieto le salió el viejo priista que todos llevamos dentro, y aunque no fue su ‘Colina del Perro’, por ahí va. De casa rentada a casa propia, como muchos. Punto malo. Hay una crisis gubernamental, sin duda. No se puede permitir que estén quemando puertas ni que se tomen aeropuertos, ni nada que conlleve a la violencia. Hay que sacar a las fuerzas de seguridad y poner orden. No se puede permitir, porque al rato cualquiera, al ver que hay impunidad en esto, meterá desorden. Como le pasó al perredista Alejandro Encinas, que en Xalapa se lo surtieron y le gritaron asesino, en un acto de violencia reprobable. Abarca y la ñora Lady Iguala pesan en el perredismo, hacia lo negativo. La casa presidencial, que se asegura le metieron sietemillones de dólares, que eso costó, no se asemeja en nada a la casa de Beverly Hills que, leo en El País, ofertan como una mansión de 10 hectáreas ubicada en esa colina, que al precio de mercado anda por 157 millones de euros, precio que rompió el techo de las cotizaciones, la de La Gaviota está en Lomas de Chapultepec. Esta de Beverly Hills, llamada Palazzo di Amore, tiene viñedo. No crean ustedes que es de la Angelina Jolie o de Tom Hanks o Pelón Huerta, una gente de mi pueblo, ni de algún picudo actor hollywoodense, no, es de un inversor en bienes inmuebles, mansión con 12 habitaciones y 23 baños. En el exterior se encuentra el viñedo privado que produce seis variedades distintas de vino (Sangiovese, Syrah, Cabernet, Merlot, Rose y Sauvignon Blanc). La finca también cuenta con instalaciones para mostrar el caldo de su propia cosecha, con una bodega de tres mil botellas, una sala de degustación y una habitación con temperatura controlada con 10 mil botellas adicionales. Esa sí es casa-mansión, no la de mi presi.
EL EJÉRCITO Y SU GENERAL
El General Secretario, Salvador Cienfuegos (Ciudad de México, 1948), fue tajante ayer al declarar: “Los militares seguirán aportando a México su mejor esfuerzo, sin amedrentarse por juicios injustos, carentes de fundamento, mal intencionados, los cuales la institución armada nacional no merece”. El general añadió que la Defensa Nacional seguirá cumpliendo a cabalidad las misiones que la nación les asigne, con vocación de servicio, con transparencia, con legalidad, colocando siempre al ciudadano en el centro de su accionar. Durante años, cuando la delincuencia organizada tocó a las puertas de la Nación, cuando se contaminaron la mayoría de las policías estatales y municipales, la poderosa presidencia sacó al Ejército a las calles, a una orden de su Comandante en Jefe, que lo es el presidente de la República, el Ejército fue garante de algo de quietud. No se ganó esa guerra, ni se ha ganado. Cada día que pasa, el expresidente Calderón se engrandece, cuando todas las acciones de su gobierno iban encaminadas a enfrentar a estos peligrosos delincuentes, aquel michoacanazo, el día que muchos alcaldes fueron detenidos y luego, por complicidad con algunos jueces, salieron libres, el presidente Calderón anticipaba, en ese acto de gobierno, que muchos vientos malos soplaban sobre el país, que muchos Abarcas andaban como jefes de los delincuentes, con doble papel, alcaldes y jefes de jefes. Luego, cuando se temió otra contaminación, el Supremo Gobierno sacó a las calles a la Marina Armada de México y allí andan, buscando delincuentes y dándole paz a las ciudades. Son dos armas castrenses de primera, le asiste la razón al General Secretario cuando llama ‘juicios injustos’ a los suyos, que a la hora de enfrentarse a estos delincuentes, que no tienen piedad ni compasión, que lo mismo matan a traición y alevosamente, que incineran y desaparecen rastros de ropa, para que no quede huella de sus actos canallescos, de buitres, de hienas desalmadas, el secretario está en su papel, de la defensa de los suyos. Algún día, si no es que hoy mismo, los y las mexicanas debemos reverenciar el papel del Ejército y la Marina-Armada de México, por garantes de una paz que no llega. Igual la Fuerza Civil Veracruzana, una policía preparada por el gobierno de Javier Duarte, con mejores salarios, mejor preparación, con seguros de vida, y con armamento y vehículos de primera, para que los y las mujeres de esta fuerza policiaca, de las pocas en el país, rindan frutos contra los salvajes.
CRIMEN DE LESA HUMANIDAD
Las redes sociales muchas veces mienten. Hay que tener cuidado y no oír ni leer todo lo leíble. Mucho menos recircularlo. Apareció una nota muy mala. Que las Naciones Unidas pedían la renuncia del presidente de México, por el caso de los normalistas. No era cierto. Naciones Unidas solo puede condenar hechos, no atizar fuego y mucho menos pedir renuncias. Lo que sí debe cuidar el war room legal del presidente Peña es lo jurídico. Hace años hubo otra matanza, se le llamó La Masacre de Aguas Blancas y fue un crimen de Estado cometido por la policía de Guerrero y cuidadosamente planeado por Rubén Figueroa Alcocer, en el vado de Aguas Blancas (municipio de Coyuca de Benítez, región de la Costa Grande), donde murieron 17 campesinos. Así aparece en Wikipedia, no crean que es tesis mía. Pidió licencia ese roñoso gobernador y entró en su lugar ¿quién creen?, Ángel Aguirre Rivero, al que acaban de echar con una patada por el trasero al basurero de la historia. Salvado porque, mínimo, debía estar arraigado con sus compadres, el alcalde Abarca y su lady esposa, a que responda por sus hechos de omisión. Hubo otro crimen llamado La Matanza de Acteal: un grupo de paramilitares ejecutó a 45 indígenas, en 1997. Cayeron los responsables pero, al paso del tiempo, al presidente Ernesto Zedillo and Procter and Gamble, alguien le movió el tapete (algunos dicen que fue su examigo, Carlos Salinas de Gortari, otros que no, que fueron unos panistas) y fueron a acusarlo ante la Corte Penal Internacional en La Haya, allí nomás tras lomita, de Crimen de Lesa Humanidad. Por poco se infarta el expresidente. La Corte dio entrada a esa denuncia, fue cuando Zedillo encaneció, el pelo se le puso blanco y no encontraba salida. Se refugió con sus amigos, el expresidente Bill Clinton y el vaquero George Bush, a que pidieran y oraran por él. Mientras, dicen que por las noches nomas se le iba en puro llorar, cuentan que el mismo cielo se estremecía al oír su llanto. Ese horno no estaba para bollos. Y cuidado con Peña Nieto, no sea que al rato, en algunos años le aparezca una acusación de Crimen de Lesa Humanidad (Crimen de Lesa Humanidad es el asesinato, exterminio o desaparición forzada de una etnia, la persecución por motivos políticos, religiosos, ideológicos, raciales, étnicos de un grupo, o cualquier acto inhumano contra una población civil. “Leso” significa agraviado, lastimado, ofendido: de allí que crimen de lesa humanidad aluda a un crimen que, por su aberrante naturaleza, ofende, agravia, injuria a la humanidad en su conjunto).
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