Gracias a la política de austeridad.
YHADIRA PAREDES
XALAPA
La jefa de la Oficina de Programa de Gobierno (Progob), Waltraud Martínez Olvera, reconoció que el 2020, al ser un año atípico por la presencia del COVID-19, obligó al gobierno de Cuitláhuac García Jiménez establecer acciones emergentes para poder cumplir con los objetivos.
En entrevista, la funcionaria estatal reveló que en el Segundo Informe de Gobierno que se entregará al Congreso del Estado este domingo 15 de noviembre se dará cuenta del esfuerzo mayor que se hizo para continuar con las actividades en la medida de lo posible.
“El gobierno debe adaptarse sin cambiar el plan (de trabajo del 2020), es decir, tenemos un compromiso para finalizar su administración con ciertos objetivos a lograr y porcentajes”.
En ese sentido, destacó que se ha podido hacer frente a la emergencia del COVID-19 gracias a la política de austeridad que se implementó desde el inicio de la administración.
“Eso nos permitió tener una pequeña bolsa para atender los compromisos que generó el COVID, sobre todo en el sector salud que es lo que habría que cubrir prioritariamente”.
Martínez Olvera aseveró que haber iniciado con la línea de manejo sano de las finanzas y actuar al interior de la administración pública permitió jalar recursos para atender el área de salud y además adaptarse al ritmo que establecía la pandemia, aunque en algunas oficinas se alentó el servicio por el cuidado de los trabajadores.
Sin embargo, en los rubros prioritarios no se descuidó, se cumplieron los objetivos, por lo que se tienen indicadores positivos, sobre todo en el tema financiero, con la disminución de deuda, se logró un 10% más de recaudación de impuesto a pesar de la pandemia, asimismo la mejor calificación histórica ante la SHCP y de las calificadoras externas.
Finalmente, se tiene una confianza de inversionistas extranjeros que ha aumentado el 43% su inversión directa.