JUAN DAVID CASTILLA ARCOS
XALAPA
La zona conocida como La Haciendita, en el municipio de Banderilla, ha sido azotada por la delincuencia desde hace varios meses.
La inseguridad ha sido más notoria sobre la avenida Banderilla y las calles Cuarzo, Topacio, Diamante, Coral, Esmeralda, Rubí y Joya.
Los vecinos temen por su seguridad, pues el pasado jueves hicieron un hallazgo muy cerca de sus casas.
El cuerpo de una mujer con golpes y parcialmente calcinado estaba en un lote baldío.
En el terreno, al interior de una vivienda en obra negra, ubicado sobre las calles Topacio y Joya, fue localizada la mujer sin vida.
Esto ocurrió en los límites de la capital del estado con Banderilla, donde arribaron elementos de seguridad, para acordonar la zona y, posteriormente, realizar el levantamiento del cuerpo por parte del Servicio Médico Forense (Semefo).
El acontecimiento dejó intranquilas a las familias que habitan en dicho lugar y que han padecido otros delitos.
SAQUEAN CASAS
Don Pablo, de unos 65 años, menciona que son constantes los robos a casa-habitación que se han registrado en la zona.
Los delincuentes han ingresado a las casas para robar los cilindros de gas; sin embargo, en ocasiones, hasta las camas se han llevado.
“Han saqueado las casas y también asaltan a las personas. Hay que estar al tiro”, cuenta el vecino.
Hasta hace unos meses, la presencia de elementos de la Policía Municipal no era constante, situación que era aprovechada por los delincuentes.
En la entidad veracruzana se han abierto carpetas o iniciado averiguaciones previas por 116 robos a casa habitación, de enero a junio.
El Informe de Incidencia del Fuero Común 2020 muestra que 22 casos ocurrieron con violencia y 94 sin violencia.
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), el año pasado, se contabilizaron dos mil 595 robos a casa habitación: 679 con violencia y mil 916 sin violencia.
ASALTOS A MANO ARMADA
En La Haciendita también son constantes los asaltos a transeúntes, pese a que hay suficiente alumbrado público.
Muy cerca se encuentra la colonia Lomas de Zapote, donde hay un jardín de niños, primaria, telesecundaria y un telebachillerato.
“A las personas luego las asaltan”, comenta el adulto mayor, con gran preocupación por el ambiente inseguro que prevalece en su colonia.
El año pasado se registraron dos mil 348 asaltos en la entidad, según las cifras oficiales proporcionadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) al SESNSP.
Se trata de mil 920 casos que ocurrieron con violencia y 428 sin violencia.
En el primer semestre de este año, fueron presentadas mil 68 denuncias por dicho delito en los 212 municipios del estado.
Un total de 803 asaltos fueron con violencia y 265 sin violencia.
DESVALIJAN VEHÍCULOS
Otro problema que se ha dado con frecuencia en la colonia Miguel Hidalgo de Banderilla es el robo de autopartes.
Los vehículos que durante las noches se quedan estacionados en la vía pública han sido desvalijados.
“Se roban las baterías de los carros, cuando se quedan las unidades afuera, los estéreos”, relata don Pablo.
Incluso, los automóviles han amanecido sin llantas, pues hasta eso han hurtado los delincuentes.
También los ladrones han dado “cristalazos” y destruido las ventanas de los coches para extraer las pertenencias que se encuentren al interior.
De enero a junio, solo se han presentado 58 denuncias por robo de autopartes en el estado de Veracruz, revelan cifras oficiales.
El SESNSP indica que seis casos fueron con violencia y 52 sin violencia.
ORGANIZACIÓN VECINAL
“¡Alerta! vecinos vigilantes. ¡Cuidado te estamos observando!”, se lee en algunas lonas que cuelgan de las fachadas de las casas.
Los pobladores se han organizado para coadyuvar con la policía y así proteger a sus familias y su patrimonio.
Lo anterior, ha permitido que mejore la comunicación con los elementos de seguridad, para que sus reportes sean atendidos en menor tiempo.
“Se pusieron las lonas de vecinos vigilantes para frenar la delincuencia”, comenta don Pablo.
El señor menciona que hasta los taxistas evitan realizar corridas hacia la zona de La Haciendita por temor a ser la siguiente víctima de un asaltado.