Relatan su miedo a dar positivo al virus SARS-CoV-2.
ISABEL ORTEGA/AVC
XALAPA
El principal miedo de quien da positivo al virus SARS-CoV-2 es tener la necesidad de ir al hospital del sector salud por alguna complicación respiratoria y no salir de ahí. La experiencia los lleva a creer que quien ingresa al área COVID no sale con vida.
Desde hace más de 125 días la mayoría de los veracruzanos se mantiene en aislamiento como una medida sanitaria por la pandemia, pero para los portadores del virus SARS-CoV-2 mantenerse solos puede agravar sus síntomas por la ansiedad. Para algunos el periodo de 21 días, que les han recomendado alejarse del resto de su familia, les ha permitido recobrar su fe.
Aunque el sector salud dispone de una lada 01 800 para atender a las personas que presentan los síntomas del coronavirus, como podría ser temperatura, dolor de cabeza y cuerpo cortado, pérdida del olfato y el gusto, así como problemas para respirar, y cansancio excesivo, algunas personas han optado por médicos particulares, incluso, consultas virtuales para ser diagnosticadas.
Por lo que además de tener que lidiar con la pandemia que ha dejado más de dos mil 500 muertes en los últimos 125 días en Veracruz, deben gastar de entre cinco mil y hasta 20 mil pesos para superar el virus SARS CoV-2. Atenderse los ha llevado a usar la tarjeta de crédito, por lo que el padecimiento les ha generado deudas bancarias.
Estas son cinco historias de personas con COVID-19 que han logrado superar la enfermedad.
A MAESTRA LE CONFIRMAN EL DIAGNÓSTICO CUANDO FUE DADA DE ALTA
Una maestra de jardín de niños empezó a presentar síntomas el 29 de mayo, primero le ardió la garganta, también sintió el cuerpo cortado y el dolor de cabeza. Durmió día y medio y el lunes ya no presentaba ningún indicio de COVID-19.
Al cuarto día nuevamente le empezó a doler el cuerpo y poco a poco perdió el sentido del gusto y el olfato. Después de cinco días acudió con su doctora familiar, ya los síntomas se habían agravado, lo que le generó ansiedad.
“Llegué supernerviosa, llorando, con el miedo de que fuera COVID. Me dijo: No te preocupes, hija, es sólo una infección en la garganta”, contó.
Para contrarrestar la sintomatología le recetaron antibiótico, antigripales, así como vitaminas para reforzar su sistema respiratorio e inmunológico, y como recomendación su doctora le pidió no visitar a su mamá, ya que sufre de problemas de bronquios.
Su médico particular evitó confirmar el diagnóstico; sin embargo, le sugirió que, de mantener los síntomas, acudiera a tomarse una radiografía de pulmón para ver si tenía alguna afectación.
La situación se complicó cuando empezó a tener cansancio excesivo y problemas para respirar, por lo que recurrió a una consulta vía WhatsApp con el esposo de una compañera maestra. El principal temor era ser internada, pues su familia no sabía que era portadora del SARS CoV-2, “y qué tal que no la libro”.
Después de 21 días optó por una prueba de laboratorio que evidenció que su sistema inmunológico ya tenía anticuerpos al COVID. Fue entonces que su doctora le confirmó el diagnóstico, no lo hizo antes ante la sospecha de que la ansiedad podría agravar los síntomas.
SEGURO MÉDICO SE NIEGA A PAGAR LOS GASTOS POR COVID
Cecilia es ingeniera en audio y también dio positivo a la prueba del COVID. La diagnosticaron dos amigos médicos a través de videollamadas. La enfermedad se manifestó como una gripa, tenía el cuerpo adolorido, y después de algunos días perdió el olfato y el gusto.
Al inicio pensó que se trataba sólo de un “envaramiento”, sin embargo, decidió aislarse. Para minimizar los efectos del virus SARS-CoV-2 le recetaron antivirales, antiinflamatorios, desparasitante y antibiótico.
“Daba 10 pasos y me cansaba, me dio mucho sueño y dormí casi un día; para el día seis vomité como seis veces, no me entraba alimento. A los dos días ya tuve problemas de respiración. Estaba luchando conmigo misma de me voy o no me voy al hospital (…); me dio taquicardia bien fuerte como al día 13”.
Ella vive sola y eso facilitó el aislamiento, pero complicó su atención, pues por 21 días se vio obligada a pedir desde su medicamento, comida y super con servicio a domicilio, además de que debía mantener su casa desinfectada.
Intentó atender el padecimiento a través del seguro médico que contrató con GNP, pero no le apoyaron a pesar de la necesidad de una radiografía de tórax, y la prueba del coronavirus, pues para hacer efectiva su póliza de gastos médicos deben superar los 16 mil pesos. Al coronavirus lo catalogan como una enfermedad menor.
A la fecha ha gastado al menos cinco mil pesos en estudios médicos, y una parte de eso se pagó con la tarjeta de crédito, pues desde marzo no tiene ingresos. Organizaba eventos masivos, tenía una escuela de PRODUCCIÓN de música electrónica y un negocio de renta de equipo para eventos masivos, “el último evento fue en la Cumbre Tajín”.
Tras “superar” el padecimiento, sus médicos le comentaron que el virus provocó una leve afectación a su pulmón izquierdo, por lo que debe llevar rehabilitación y ha empezado a caminar para reactivarse.
SSA EN VERACRUZ SE NIEGA A APLICAR PRUEBAS COVID
En el caso de Noemí, cuando empezó a presentar algunos de los síntomas de COVID, llamó al número 01 800 de la Secretaría de Salud. El médico que la atendió le pidió que se aislara del resto de su familia, pero le comentó que no podrían realizar las pruebas para confirmar el padecimiento, pues no tenía toda la sintomatología.
Sólo presentó temperatura alta, dolor de cabeza y cansancio excesivo. Para confirmar que tenía el virus viajó a Boca del Río, en donde la prueba estaba a un precio más accesible. En Xalapa cotizó el estudio de laboratorio en 8 mil pesos, y en Salud Digna pagó mil 300.
“La gente piensa que una vez que supera el COVID puede hacer una vida normal, pero quedan secuelas y las secuelas puede ser una afectación a los pulmones; si las dejas te pueden causar problemas en medio año o en un año, alguna enfermedad aguda de las graves, y es cuando requieren hospitalización”.
Al presentarse los síntomas, muy similares a la gripe, optó por quedarse en casa para proteger a su familia, ya que al hacer uso del transporte público a diario era un factor de riesgo.
Su esposo también dio positivo al SARS CoV-2. En su caso el virus le afectó en un 40% la función pulmonar, por lo que tendrá que llevar tratamiento médico por algún tiempo.
“Te gastas más de 4 mil pesos en sólo confirmar el diagnóstico, más el tratamiento y confirmar que ya no eres positivo, además de la atención del neumólogo”.
UNA FAMILIA COMPLETA CON EL VIRUS
Cuatro de 13 integrantes de dos familias que colindan y comparten un patio manifestaron síntomas graves, y aunque otros familiares perdieron el gusto y el olfato, no decayeron ni sufrieron problemas respiratorios y la sintomatología fue esporádica.
Ricardo, que se infectó por el virus SARS-CoV-2, comenta que en su caso empezó con síntomas de gripa, el escurrimiento nasal y estornudos fueron constantes. Es alérgico a la penicilina, por lo que al inicio se atendió con tés de canela, eucalipto, jengibre, miel y limón.
Al tercer día ya empezó con dolor de cabeza, perdió el olfato y el gusto, y con esos síntomas fue que su jefe le pidió aislarse por 40 días.
La siguiente en enfermar fue su mamá, y aunque pidieron el apoyo en la jurisdicción sanitaria, le dijeron que sólo les aplicarían la prueba si sus síntomas se agravaban.
“Nos fuimos a Salud Digna, donde sale más barato cuesta mil 300 la prueba; tres días después nos dieron cita y resultó positiva. Nos tomamos unas placas y el doctor nos dijo que teníamos principio de neumonía y fue que nos recetaron unas medicinas y vitaminas”.
En ese periodo también se enfermó su tía y prima, con quien colinda su domicilio, y ellas estuvieron 15 días en cama con oxígeno. A su tía se le complicó el cuadro de salud con su diabetes y un bajón de azúcar le provocó la muerte.
“Nunca fuimos al hospital porque de los primeros casos mis tíos fueron al hospital y se murieron, entonces, ellas dijeron que en el hospital no, porque te dejan morir, y que en casa veíamos cómo le hacíamos”.
En su municipio, Paraíso, Tabasco, hay dos clínicas con servicios básicos, por lo que para atender algún padecimiento deben viajar a Villahermosa, Tabasco, que está a una hora de distancia en automóvil. La atención de toda la familia se dio con médico particular, por lo que el costo en promedio por paciente fue de entre 10 mil y 20 mil pesos.