Ninguna autoridad la impidió.
YHADIRA PAREDES
XALAPA
Hombres, mujeres, niños y adultos mayores, sin guardar la sana distancia ni hacer uso del cubrebocas participaron la noche del sábado en la tradicional “cencerrada” en honor a María Magdalena en el municipio de Xico, poniendo en riesgo su salud ante una posible propagación del COVID-19.
A pesar de que las autoridades municipales habían anunciado la suspensión de las fiestas en honor a la patrona del pueblo y que la iglesia permaneció cerrada, fueron cientos de ciudadanos que desobedecieron esta orden y salieron a las calles.
Ninguna autoridad impidió, o siquiera trató, de impedir la aglomeración de personas quienes justificaron su actuar en torno a la fe y amor que le tienen a la Santa.
La iglesia católica había anunciado la suspensión de la celebración religiosa ante la crítica situación que vive Veracruz por el aumento de casos de COVID-19.
La “cencerrada” tiene que ver con los danzantes que llevan colgados cencerros en el cuerpo y avisan dónde se ubica la casa de los mayordomos de la Santa María Magdalena, para que en las diferentes celebraciones de su fiesta que dura todo el mes de julio vayan las personas a comer.