En indefensión, mujeres violentadas
La impunidad hace crecer el número de agresores en las calles.
Verónica Huerta/AVC
Xalapa
En total indefensión se encuentran las mujeres que padecen violencia en sus casas porque se enfrentan a un “camino tortuoso e infructuoso” al acudir a alguna de las oficinas regionales de la Fiscalía General del Estado (FGE) para denunciar al agresor, y el riesgo aumenta mucho más, porque de necesitar órdenes de protección, los jueces del Tribunal Superior de Justicia del Estado (TSJE) las dejaron de otorgar, indicaron las integrantes del Colectivo Feminista Cihuatlahtolli y Marea Verde.
La abogada, e integrante de Colectivo Feminista Cihuatlahtolli y Marea Verde, Luz María Reyes Huerta, expuso que la impunidad por parte de las autoridades de la Fiscalía General del Estado (FGE) ha hecho crecer el número de agresores en calle, porque aun cuando cometieron agravios, vulneraron derechos y hasta las asesinaron, no hay castigo.
“La autoridad se queda muy corta, y esto empodera más a los agresores y hace que las agresiones suban de nivel, incluso las retan, porque les dicen: ¿Qué me vas a hacer? Si no hacen nada, los agresores se burlan de las mujeres que ya agredieron porque saben del clima de impunidad que los protege”, afirmó.
Además de las agresiones ejercidas por la pareja, novio, esposo o familiar, las mujeres se enfrentan a la violencia institucional porque pasan hasta cinco horas en espera de que algún fiscal regional las atienda, y con la pandemia del COVID-19 el personal se redujo, así que son más vulneradas en sus derechos.
“Hay mayor vulnerabilidad de las mujeres, porque aunado a que se incrementa la violencia hacia ellas, no pueden acceder a la justicia, porque la atención de Fiscalía está muy retrasada, la dirección de Servicios Periciales no está trabajando, si no hay detenido, no hacen los peritajes, vas y pones tu denuncia y no va a pasar nada” explicó.
A todo lo anterior se le agrega que los jueces del TSJE no atienden las solicitudes de órdenes de protección porque sólo se dedican a firmar órdenes de aprehensión.
“Y si el agresor se dio cuenta que fuiste y lo denunciaste ¿qué va a pasar si regresas a vivir con él? Se ponen más en riesgo las mujeres, porque las medidas de protección son las mínimas, los jueces no están judicializando las órdenes de protección, que es necesario llevarlas a control, no las hacen, porque sólo hacen términos con detenido y de otra cosa no se mueven o alguna orden de aprehensión que se logre ejecutar”.
Advirtió que cada vez se conoce de más agresiones y violencia feminicida en Veracruz, tan sólo hay que ver los periódicos y medios de comunicación electrónicos que reportan las agresiones y asesinatos.
Citó como ejemplo el municipio de Orizaba, el 18 de mayo, cuando una mujer de 35 años de edad fue herida de bala en el pie izquierdo, cuando estaba en una terminal de autobuses, y el marido le disparó con un arma de fuego; y el 22 de mayo en Córdoba, en un camino cercano al fraccionamiento Praderas de San Miguelito, fue localizado el cuerpo de una mujer envuelto en una cobija. Agregó que a causa del confinamiento las mujeres carecen de pretextos para salir de sus casas y poder pedir ayuda a familias y amistades por la violencia que sufren, porque anteriormente podían decir que iban por los hijos a la escuela o por el mandado, así que se les dificulta mucho más poner la denuncia en la Fiscalía.