No pudieron celebrar el Día de la Santa Cruz, por pandemia.
Verónica Huerta/AVC
Xalapa
Los albañiles extrañaron la bendición de la Santa Cruz en familia, y después irse a festejar con la comilona de carnitas, mole, tamales, cervezas, y lanzar cohetes, pero más vale “encerrarse, que contagiarse” del covid-19.
La tradición refiere que en el Día de la Santa Cruz, los albañiles deben colocar este signo de la iglesia católica en la construcción, y de no hacerlo se corre el riesgo de que se hunda el edificio, pero este 03 de mayo, a causa del covid-19 los trabajadores de la construcción extrañaron sus festejos con tamales, mole, cervezas y pulque.
Con 38 años de experiencia en la construcción, Luciano Cruz Zavaleta refiere que año con año, desde en la mañana, los trabajadores de la construcción llevan la cruz a la iglesia para que el sacerdote le ponga agua bendita, y después la ponen en lo más alto.
“El mito o la tradición dice: Que si no se levanta la Santa Cruz, se puede sumir la loza, puede haber accidentes o riesgos de trabajo, porque es una bendición para la construcción, pero antes se debe pasar a la iglesia a la bendición” señaló, “Don Luciano” como así lo conocen en el Barrio de El Dique.
Tantos años como albañil, y con base en la experiencia adquirida, Don Luciano alcanzó el grado de “Maestro Oficial de albañilería” y considera que en estos días de aislamiento por la pandemia Covid-19, las personas le han puesto más atención a sus viviendas.
“No hubo festejo, no hubo nada, se extrañó el día, la comida, el mole, las carnitas, la convivencia con los compañeros si se extraña, porque trabajamos todo el año, y esto es pesado, rudo, trabajamos a todo sol, o hasta con lluvia, y que no nos festejemos, si se siente feo, desafortunadamente, ni en las iglesias están bendiciendo la cruz, todo cerrado” afirmó.
Don Luciano refiere que las familias al estar más tiempo en sus casas, se han percatado que les hace falta construir un asador, poner una ventana, cambiar el tinaco, resanar paredes, impermeabilizar los techos, terminar el closet, o ampliar la cocina, así que el aislamiento voluntario ha dado empleo a los albañiles, electricistas, balconeros, fontaneros, pintores, alumineros, y carpinteros entre otros.
Este día el hombre con 54 años de edad, salió a trabajar a una casa particular para construir un asador en la azotea, y lo hizo en domingo a fin de aprovechar las oportunidades.
Especificó que si hay trabajo para los albañiles que laboran por su cuenta, que van a hacer trabajos a casas, pero no es igual para aquellos contratados por sindicatos o empresas de la construcción, porque el covid-19 paró todas las obras grandes públicas y privadas.
“Siempre a la bendición de la Cruz va la esposa, llevamos a los hijos, y ya luego nos vamos solos a festejar los albañiles, pero ora si que es domingo, ya mejor hay que irse a la casa encerradito, y ya después se podrá festejar, más vale encerrarse” finalizó Don Luciano, quién aprendió el oficio de albañil de su abuelo, Antonio Méndez Zavaleta, desde que tenía 12 años.