“Vamos al día, no sabemos que vamos a hacer”, lamentan.
VERÓNICA HUERTA/AVC
XALAPA
“Al día, vamos al día, no sabemos que vamos a hacer” es la respuesta de todos los vendedoras y vendedores ambulantes de comida, nieves, frutas, café, atole, que caminan por las principales calles del centro para ofrecer sus productos, y que en caso de entrar México a la fase 3 de la epidemia del coronavirus y se suspendan labores, desconocen de dónde obtendrán ingresos.
Los entrevistados se mostraron preocupados en caso de que la Secretaría de Salud federal ordene restricciones mayores, como impedir el libre tránsito en las calles, porque entonces se paralizará el comercio en general.
Estos vendedores y vendedoras ambulantes cargan los productos alimenticios en morrales, y las tortillas las llevan en recipientes de plástico, con suficientes servilletas de tela, que ayuden a conservar el calor.
En thermos llevan atoles de arroz, champurrado y café, para ofrecerlo al cliente cada vaso en 10 y hasta 13 pesos, y los tacos de guisado de a 15 pesos cada uno con doble tortilla.
En entrevista con vendedores procedentes de Pacho Viejo, municipio de Coatepec, Javier García Lozano y Mireya López, expusieron que para las 10:30 horas de este jueves ya habían vendido todo, porque llegaron al centro de Xalapa a las 07:00 horas a ofertar los tacos y atoles.
Expresaron sentirse “muy preocupados” porque se desconoce cómo se comportarán los números de contagios del coronavirus en marzo y abril, y que determinaran las autoridades.
“Nosotros vamos al día, desconozco cómo nos iría. Nos sabemos que va a pasar, si se queda todo vacío, si cierran los comercios, qué hacemos, nosotros vamos al día, al día, al día, porque le vendemos a los empleados de tiendas, verdulerías, locales de zapaterías, y si ellos cierran los locales, ya no nos conviene a nosotros venir” afirmaron.
Por su parte el vendedor de nieves, Rodolfo Suárez expuso que por día obtiene un salario de 150 pesos, y es un recurso que lleva a su casa para mantener a los hijos e hijas, pero si ordenaran “el encierro de todos”, ya no tendrá a quién venderle este postre.
“Eso es lo que hemos platicado entre todos ¿Qué va a pasar? ¿A quién le vamos a vender? Por ejemplo, nosotros salimos a vender porque hay gente en las calles, pero si los encierran a todos ¿Qué hacemos? El gobierno no dice nada de qué va a hacer” acusó.