26 de Noviembre de 2024
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Gobierno de Veracruz deja en el olvido a damnificados por sismo

 

Félix Olarte. Coatzacoalcos, Ver.  Desde hace dos meses, don Isidro Cruz se mantiene sentado en una mecedora fuera de su vivienda que fue pérdida total por el terremoto de 8.2 grados que también afectó a otras 69 viviendas en el poniente de la ciudad.

Aunque en Oaxaca y Chiapas, el Gobierno federal ya trabaja en la reconstrucción de las viviendas, otorgándoles apoyos por 120 mil pesos para aquellas que fueron pérdida total y de 30 mil para aquellos con daños parciales, en esta ciudad no les han dado ningún solo peso.

Muchos damnificados desde el 7 de septiembre viven rentando, otros están en casas de familiares y otros más han construido viviendas provisionales, en donde permanecen a la espera de que les llegue algún apoyo para reconstruir su vivienda.

“Vinieron los de Sedesol sólo tomaron fotos y no han hecho nada, vinieron unos de Xalapa, igual, llevaron firmas, llevaron fotografías y nada, ningún apoyo nos han dado”, afirmó Don Isidro, quien junto con su esposa Tomasa, su hija y su nieto vivían en la casa que se hundió y hoy tiene agua adentro en la colonia San Silverio.

Hoy con su familia vive en una casa que les prestó su hijo un día después del terremoto, de lo contrario estarían viviendo en la calle, porque ellos, él y su esposa sólo tienen de ingreso la pensión del programa Más 65 y su hija es la que trabaja y los apoya.

Don Isidro recuerda que la noche del 7 de septiembre al sentir el fuerte temblor intentaron salir, pero prácticamente la tierra se tragaba su casa y las puertas ya no abrieron pero su hijo que vive cerca llegó inmediatamente y a patadas la despegó para rescatarlos.

“Conforme temblaba se iba sumiendo la casa, quedó llena de agua, todo el piso se colapsó hacia arriba, esperando la ayuda si nos da el gobierno, ojalá nos dé la mano el gobierno”, afirma, al asegurar que ya no tiene la capacidad económica porque ya no trabaja para construir otra vivienda.

A dos meses del terremoto, don Isidro espera que aunque sea el gobierno les otorgue algún apoyo, ya sea económico para volver a levantar su casa o con madera y láminas para construir un techo donde pasar sus días.

Cerca de ahí también vive Jesús Antonio Pérez en un pequeño cuarto que habilitó, porque la casa de su mamá quedó inservible y hoy está rentando en otro lado porque todo el piso se levantó y llenó de agua porque además se hundió toda la construcción como medio metro.

“En la noche nosotros estábamos durmiendo y vino el temblor con fuerza, aquí despejó la casa y el terreno de mi mamá de adentro, prácticamente se tragó el piso y no se podían abrir las puertas, tuvimos que sacar a mi mamá por la ventana”, explicó.

Relata que lo único que les han llevado son despensas y aunque ya fueron supervisados por personal de Protección Civil municipal, hasta ahora no les ha llegado ningún apoyo y él se quedó a vivir ahí para cuidar las pertenencias.

En el Ayuntamiento les han dicho que se esperen, que sí les va a llegar la ayuda pero no existe fecha, señaló al explicar que el mayor gasto que tienen ahora es el pago de la renta de la casa donde vive media familia.

“En Oaxaca ya les están construyendo todo y aquí no han dicho nada, prácticamente no nos han resuelto nada, le han dicho a mi mamá que están apoyando a las personas que no tienen dónde vivir, creo que lo que ellos querían es que se cayera completamente la casa”, afirmó.

En la colonia Peloteros en la calle Benjamín Cananea 411 está la vivienda de la señora Amada Martínez Hernández, que también es inhabitable porque quedó toda fracturada de paredes y el piso se levantó.

“No han dicho nada, los que vinieron de Xalapa dijeron que iban a ver, pero que ni esperáramos porque con el desastre que hubo en México, esto quedó olvidado” aseguró.

Dijo que le dijeron que para qué construyó una casa tan grande en una zona de alto riesgo, cuando sólo unas viviendas fueron las afectadas y las demás viviendas de la colonia siguen en pie.

Explica que fue una franja de seis viviendas las que fueron afectadas en ese sector el pasado 7 de septiembre, cuando además de la fractura de su vivienda, se quedaron sin agua potable y energía eléctrica.

Hasta las losas de cemento de su vivienda se levantaron por el fuerte movimiento, mientras que su casa quedó inclinada hacia un costado, luego de 30 años de estar viviendo ahí.

Aunque actualmente renta un cuarto para vivir con su hijo, durante el día acude a cuidar lo que queda de su vivienda porque no quiere que la desmantelen los delincuentes, sobre todo las ventanas y puertas.

“Aquí se olvidaron de nosotros, se olvidaron por completo, por qué sí nosotros pagamos impuestos, esta casa no es lujo, si fuera un lujo cuando uno lo estaba haciendo no vinieran como buitres a cobrarte por la construcción”, aseguró.

 

Hoy su único patrimonio está en riesgo de colapso y no tiene los recursos ni para demolerla ni mucho menos para construir una nueva casa.