Papantla, Ver.- (AVC) Desde hace décadas, Petróleos Mexicanos (Pemex), perforar pozos petroleros con la técnica de la fracturación hidráulica (Fracking) en Veracruz sin ninguna reglamentación para evitar los daños al medio ambiente y a la salud, lo que vendrá a agravarse con las licitaciones de nuevos pozos que se prevén en el 2018, alertaron integrantes de la Alianza Mexicana contra el Fracking.
Solicitudes de transparencias de organizaciones como CartoCritica revelaron que la técnica no es nueva, Pemex informó que desde 1980 usa este método y en total ha explorado 3 mil 780 pozos con fracturamiento, de los cuales más de 2 mil están en Veracruz concentrados en los municipios de Papantla, Coatzintla, Temapache, Tihuatlán, Chicontepec, Castillo de Teayo, Álamo, Espinal, Tepetzintla y Agua Dulce.
La propia Paraestatal reveló en un informe que en el Proyecto Aceite Terciario del Golfo (ATG) situado en el Paleocanal de Chicontepec, dentro de la provincia petrolera Tampico-Misantla, de los 2 mil 026 pozos existentes a 2009, un total de 1 mil 323 habían sido fracturados hidráulicamente, es decir, casi el 65%. Informe: Aceite Terciario del Golfo.
Mientras que en febrero pasado, como parte de la ronda cero, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) autorizó a Pemex realizar perforaciones de pozos exploratorios en tierra para extraer aceites ligeros y gas lutita en México, con el método fracking.
Los pozos exploratorios son: El Pozo Maxochitl 1 y el pozo Kaneni 1, ubicados en Poza Rica.
De acuerdo a información de la CHN, El pozo Maxochitl Uno cuenta con reservas de 19 millones de barriles de petróleo crudo equivalente, tiene una probabilidad de éxito de 65 por ciento y un costo de 177 millones de pesos, mientras que el pozo Kaneni Uno, cuenta con un recurso estimado de 22 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Su probabilidad de éxito es de 69 por ciento y la inversión será de 184 millones de pesos.
Alarmante la extracción de pozos en la región norte
Alejandra Jiménez, de la Coordinadora Regional de Acción Solidaria en Defensa del Territorio (Corason) e integrante de la alianza, afirma que es preocupante el número de pozos explorados bajo está técnica, que se desconocían hasta hace unos años, por lo que se desconoce el impacto en la región.
“Es un tema que nos preocupa porque estos pozos se realizaron antes de la reforma energética, en ese entonces no existían reglamentos para regular esta exploración y explotación “.
A su consideración, los nuevos lineamientos de la Comisión nacional del Agua (Conagua) y de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (Asea), que fueron publicados recientemente tienen la intención de simular cumplir con la normatividad, pues son muy débiles para proteger el medio ambiente y la salud de las personas.
Cuestionó que la paraestatal habla sobre las bondades del gas natural que se obtiene a través del fracturamiento hidraúlico, pero no señala los efectos nocivos a la salud que están documentados en campos petroleros de otros países como Estados Unidos.
La activista considera que los lineamientos para exploración y extracción de no convencionales son muy débiles en el tema de protección de salud, hablan más del tema de seguridad industrial y poco se enfocan al tema de protección de derechos humanos, como el derecho a salud y un ambiente sano.
“Es alarmante conocer los planes para más pozos, porque ya de por si estamos contaminados por los pozos convencionales, la experiencia solo trajo beneficios económicos que duraron seis o siete años , y que después trajo una oleada de violencia, inseguridad, y desempleo que de entrar nuevamente fracking sería la misma historia”.
Reglamentación en México es tibia
Claudia Campero de la organización Food & Water Watch e integrante de la alianza, advierte que mientras en países como Francia, Escocia, Bulgaria, o el estado de New York en Estados Unidos prohíben la técnica por ser altamente contaminante, en el país se hacen lineamientos “ tibios” que permitirán la exploración de miles de pozos.
“Los lineamientos son una manera de simular cumplir con reglas internacionales, el discurso durante la reforma energética fue nosotros si lo haremos bien, bajo los más alto estándares. La realidad está lejos de esto, la Semarnat emitió una guía de los que tendría que seguir los no convencionales, pero las compañías petroleras no están obligadas a seguirla, pues es solo una recomendación”, dice.
Lo grave de esta técnica es que aun es su fase exploratoria, se perforaran los pozos para conocer si es viable o no, y aunque no sea redituable financieramente para las empresa petroleras, el daño estará hecho.
“ La exploración cuando se trata de no convencionales ya implica hacer un proceso de fracturamiento, es una exploración muy sofisticada con los riesgos ambientales que todos conocemos”.
Cabe recordar que el plan quinquenal contempla 150 bloques para exploración y extracción de hidrocarburos no convencionales, que ocupan una superficie total de más de 42 mil kilómetros, la mayor parte de las áreas se concentran en la cueca Tampico- Misantla.
La activista consideró que la paraestatal no es clara con la información de las rondas petroleras que ahora estarán a consideración de las empresas privadas, por lo que es necesario informar a la población que será afectada y apoyar procesos organizativos de defensa del territorio.
Como ejemplo puso que las Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) de los pozos convencionales y no convencionales no están a disposición libre de los usuarios, y hasta la fecha de desconoce si Pemex realizará MIAS por cada uno de los pozos, o por polígonos o regiones completas.
Cabe recordar que en marzo pasado la ASEA publicó los “Lineamientos en materia de seguridad industrial, seguridad operativa y protección al medio ambiente para realizar las actividades de Exploración y Extracción de Hidrocarburos en Yacimientos No Convencionales en tierra”.
¿Qué es el fracking?
Es una técnica para extraer del subsuelo petróleo y gas natural de yacimientos llamados “no convencionales”, conformados por formaciones rocosas poco permeables denominadas lutitas bituminosas, estos suelen ubicarse a profundidades de entre mil y cinco mil metros por debajo de la superficie terrestre.
Debido a la baja permeabilidad de las lutitas, la extracción de los hidrocarburos requiere de la perforación de un pozo vertical hasta alcanzar la formación que contiene gas o petróleo y, seguidamente, una serie de perforaciones horizontales en la lutita, que pueden extenderse por varios kilómetros en diversas direcciones.
A través de estos pozos horizontales se fractura la roca con la inyección a elevada presión de una mezcla de agua, arena y sustancias químicas que fuerza el flujo y salida de los hidrocarburos de los poros.
La fracturación de un solo pozo requiere entre 9 y 29 millones de litros de agua.
Se han identificado 750 tipos diferentes de productos químicos en los fluidos de fracturación analizados, entre ellos sustancias de gran toxicidad como elmetanol, benceno, tolueno, etilbenceno y xileno.
El impacto sobre el territorio que conlleva esta técnica de exploración y explotación de hidrocarburos tiene altísimas repercusiones en la disponibilidad y calidad del agua, la emisión de gases y la proliferación de sismos en la región, afectando con ello la calidad de vida, salud y tranquilidad de los pobladores.