Rodrigo Barranco. Veracruz, Ver. La recepción de quejas de la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente aumentó 20 por ciento en lo que va del año, las más comunes son cancelación de certificados de sellos digitales cuando el contribuyente recae en supuestos del Código Fiscal de la Federación; devoluciones de impuestos; desconocimiento de créditos fiscales; embargos, entre otros.
Iván Curiel Villaseñor, director de Quejas y Reclamaciones contra Organismos Autónomos y autoridades coordinadas de Prodecon, expresó que tan solo en lo que va del año atendieron 6 casos de desconocimiento de créditos fiscales.
“Prodecon tuvo un crecimiento en comparación con el mismo periodo del año anterior superior al 20 por ciento. Eso se debe a que somos más conocidos por la población y por supuesto a que ya se acercan incluso gremios de la sociedad organizada con temas más especializados que podemos ver. Podemos ver desde una queja hasta una representación legal en beneficio de personas físicas y morales”.
Citó de ejemplo la sanción impuesta a un contribuyente por un millón 200 mil pesos derivado de diversas responsabilidades que le fueron atribuidas en el ejercicio de una determinada labor encomendada y que motivaran la creación de un crédito fiscal a su cargo.
Recordó que cuando existe un crédito fiscal el cobro corresponde al Servicio de Administración Tributaria pero simultáneamente en una revisión que el contribuyente hace a su estatus en el buró de crédito se encontró que estaba reportado a pesar que el crédito fue oportunamente declarado extinto por una autoridad judicial.
“El monto aún seguía a cargo del doliente en los sistemas del SAT y ante la falta de respuesta del SAT acudió con nosotros a queja para resolver su problema. Se logró la baja del crédito en el Servicio de Administración Tributaria así como su eliminación permanente en el buró de crédito porque no contaba con deuda exigible”.
Advirtió que este tipo de casos es cada vez más común pero la Prodecon ha logrado resolver casi la totalidad de forma favorable para el contribuyente.
Incluso en ocasiones los cobros sí resultan procedentes pero las personas apoyadas y orientadas logran obtener resultados benéficos.