Xalapa, Ver.- El 10 de mayo si bien para muchas madres es motivo de celebración, para otras es de dolor, por lo que la Iglesia Católica ofreció sus condolencias a todas aquellas que no encuentran a sus hijos desaparecidos y viven la tragedia de un luto prolongado.
El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, señaló que en el marco del 10 de Mayo, Día de la Madre, se ora por aquellas que también han perdido a sus hijos a causa de la violencia.
En el comunicado destaca que “el 10 de mayo lleva esta doble realidad, es celebración por la que nos ha dado la vida, pero también es súplica de consuelo y alivio para todas aquellas que han sido afectadas por los signos de la muerte.”
Reconoció que por desgracia son muchas las madres veracruzanas que viven esta tragedia de no saber dónde están sus hijos.
Por otra parte, informó que más de 7 mil católicos de 86 parroquias de la Arquidiócesis de Xalapa llevarán a cabo una peregrinación el próximo martes a la Basílica de Guadalupe, donde pedirán por la paz en el estado, la integración y la unidad en las familias y lograr mejores condiciones de vida.
Se llevarán ante la imagen de Virgen de Guadalupe las súplicas de los veracruzanos que han sido maltratados y ofendidos por las formas perversas como opera la corrupción, la impunidad y la violencia.
La peregrinación a la Villa será presidida por el Arzobispo Hipólito Reyes Larios y el obispo auxiliar José Rafael Palma, así como los sacerdotes incardinados a esta Iglesia Particular.
“Nos preocupan los migrantes, los desaparecidos, los desempleados, los jóvenes que no alcanzan un lugar en la Universidad y todos aquellos que no encuentran un empleo digno. Oraremos por el respeto a la vida en todas sus etapas y por el bien de las familias veracruzanas”.
Finalmente, indicó que el 13 de mayo se cumplen 100 años de las apariciones de Fátima, por lo que el Papa Francisco ha concedido la indulgencia Plenaria a quien observe los requisitos que pide la Iglesia (confesión sacramental, comunión, y oración por las intenciones del Santo Padre).