26 de Noviembre de 2024
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Con El Litlán piden permiso al dios Tajín

 

 

María Elena Ferral. Papantla, Ver. Como cada año, con ofrendas, oraciones, danzas, cantos y plegarias, el pueblo totonaca realizó este jueves la ceremonia de El Litlán, el permiso al dios Tajín, para solicitar que la XVIII edición de la Cumbre Tajín, denominada “La Fuerza del Origen”, que se realizará del 18 al 21 de marzo, sea todo un éxito; los Abuelos del Kantiyán, del Consejo de la Sabiduría Ancestral y del Centro de las Artes Indígenas, encabezaron la ceremonia que se prolongó hasta las primeras horas de este viernes.

Niños y adultos, acompañados de los organizadores del festival identitario, se reunieron en la Ciudad del Trueno, la zona arqueológica de El Tajín, para orar en este centro ceremonial totonaco y luego ante la Pirámide de los Nichos, ofrecer algunas ofrendas, al son del violín, de las flautas, del tambor y de la guitarra; los totonacas hicieron una danza que caracteriza el buen ánimo para que el Pueblo Mágico de Papantla y sus visitantes tengan una conexión cultural durante la Cumbre Tajín 2017.

Durante casi toda la noche, la zona arqueológica El Tajín, es un mudo testigo de esta ceremonia, que ya es una tradición, donde el sol del atardecer esperaba a los indígenas con los mejores reflejos, quienes al ingresar a este centro ceremonial totonaca, frente a cada una de las pirámides hicieron su respectiva ofrenda para pedir perdón y cerrar ciclos, así como para pedir permiso y tener un nuevo ciclo lleno de dicha y bondad, hasta llegar a la pirámide principal, la majestuosa Pirámide de los Nichos; mientras que el INAH dispuso de un cobro especial para los medios de comunicación, para ingresar con cámaras fotográficas y equipo de video.

Decenas de personas ataviadas con sus ropas tradicionales de manta,  ingresaron a la Ciudad del Trueno, misma que una vez más, con el viento y su suave silencio, hizo que cada uno sintiera su espiritualidad y su cercanía con la deidad Tajín; ya en el anochecer, frente a la Pirámide de los Nichos, hombres y mujeres bailaron en círculo al compás del sonido del violín y la guitarra, ahí los integrantes de la Casa del Arte del Sanar colocaron la ofrenda del pueblo que contenía flores, frutas, dulces, semillas, incienso y bebidas.

Con solo la iluminación de las velas, esta ceremonia se prolongó hasta las 03:00 horas de la madrugada, y se convirtió en un gran festín, cuyo principal objetivo fue celebrar que el dios del Tajín, estará alentando y cuidando a todos aquellos que quieran disfrutar del Festival de la Identidad, ya que esa fue la petición. 

Esta tradición demuestra que los totonacas están abiertos a compartir sus costumbres, pues sus intenciones son con el fin de que en el mundo y durante la Cumbre Tajín,  exista bondad, paz y armonía, así lo pidieron durante el ofrecimiento de las ofrendas al dios del Trueno.

Para los totonacas, la zona arqueológica de El Tajín, es un lugar sagrado, donde pueden llenarse de energía y a su vez poder sanar. En ese sentido, el pueblo espera recibir del 18 al 21 de marzo a más de cuarenta mil visitantes, diariamente, durante los cuatro días que dure la festividad a quienes les entregarán su corazón, mostrándoles lo mejor de su identidad y con quienes compartirán sus conocimientos, su cultura, sus costumbres y su gastronomía, es de recordar que  este ritual está relacionado con el agradecimiento de la llegada de la primavera y también para pedir buenas cosechas.