Agencias. Xalapa, Ver. En la comunidad de El Frijolillo, donde las familias comen frijol gordo, maíz, papa, chile y, de vez en cuando, caldo de ardilla, doce jóvenes emprendieron uno de sus viajes más importantes en su corta vida: ganar un proyecto del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) sobre la ballena gris y conocer el mar.
En la zona serrana de las faldas del Pico de Orizaba, en el municipio veracruzano de Mariano Escobedo, se ubica el Telebachillerato El Frijolillo, cuyos estudiantes decidieron participar en el proyecto Megaviajeras de la Alianza WWF-Telcel, con un triunfo que parece lejano y complicado.
A dos mil 320 metros sobre el nivel del mar, el frío cala hondo y los muchachos construyeron tres maquetas con materiales reciclados sobre el viaje de la ballena gris por costas de Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit y lo ingresaron al proyecto de la WWF, que como premio otorga un viaje para diez personas a la península sudcaliforniana.
Pero más allá del plan que ha emocionado a Flor Graciela, Juliana, José Ramiro, Fermín, Alfonso, Sandra, Fabiola, Alma, Rocío, Lourdes, Rosa y Aarón, ahora se les metió la idea de conocer el mar, esa masa de agua salada que sólo han logrado ver a través de la pantalla de televisión y en imágenes de sus libros.
“Debe de ser muy bonito y muy grande”, dice Rocío de 17 años, quien forma parte de los grupos de trabajo. Su familia, compuesta por cinco hermanos y cuatro hermanas, se dedican al campo, cultivan maíz, frijol y papa, todo para autoconsumo.
Su profesora, Rubí Fernández sabe que para sus muchachos nada es imposible. Su vida siempre ha sido difícil en la comunidad de poco menos de mil habitantes, donde enfrentan el frío que baja de la montaña más alta de México, cultivan limonaria, una planta con flores en espiguillas de 30 a 60 centímetros; y la tradicional flor de alcatraz, con lo cual ayudan a la economía familiar y mantienen sus estudios.
“Sino ganamos, vamos a continuar, es importante que los jóvenes sepan que se debe luchar día a día y buscaremos los medios, ya sea rifas o lo que sea que nos pueda ayudar a llegar al mar. La vida es una carrera de constancia, no de fuerza”, dice la maestra, quien coordina los tres grupos creados.
#AyudanosAConocerElMar
Los estudiantes de la paupérrima comunidad de El Frijolillo recibieron una invitación de su zona escolar que no sólo les emocionó, sino que les cambió su perspectiva de sus sueños a futuro.
En una charla conocieron del proyecto Megaviajeras y supieron que cada año, las ballenas grises realizan un recorrido de hasta 16 mil kilómetros, desde Baja California Sur (donde nacen) hasta Alaska.
A través de la Alianza WWF-Telcel descubrieron que la mayor concentración de individuos se da en las Lagunas de San Ignacio, Ojo de Liebre y Bahía Magdalena, ubicadas en la costa oeste la península sudcaliforniana, donde las ballenas encuentran las condiciones adecuadas para reproducirse y la crianza.
“Vieron de la importancia del cuidado del medio ambiente, ahora encaminado a la ballena gris”, recuerda la profesora.
El proyecto consistía en que los estudiantes realizaran un dibujo, una escultura, una maqueta, una pintura, una historieta mural o un diorama sobre las viajeras grises, todo ello en equipos de tres hasta cinco alumnos.
Aquella obra plástica que tenga más likes (las votaciones se abrieron el pasado 22 de noviembre y cierran el 16 de diciembre), sus creadores tendrán la fortuna de viajar con todos los gastos pagados a Baja California con uno de sus padres y dos maestros. Fue ahí donde entendieron lo que querían.
“Se emocionaron mucho y comenzaron a hacer un trabajo con el poquito o mucho material que tenían e hicieron sus maquetas”, agrega la maestra.
La primer maqueta la bautizaron “Tan frágil como el cristal” y la construyeron con cristales y parafina; la segunda obra fue llamada “La ballena musical”, elaborada con pedacitos de CD´s; y la tercera fue “La ballena viajera”, donde simularon la travesía y moldearon al cetáceo con botellas usadas de “fresca”.
“Me emocionó el concurso e ir al mar”, dice con sus frases cortas Rocío, quien forma parte del proyecto que ahora es conocido en toda la comunidad de casas de madera.
“Mi familia dice que le echemos ganas y que sí se puede”, agrega. Junto con su padre y madre, los pobladores yacen igual de emocionados por tener la esperanza de que sus hijos puedan conocer el mar y, de paso, viajar como los pájaros en avión.
No es tarea sencilla, suman más de 400 trabajos los recibidos de distintas partes del país, los cuales fueron subidos al portal www.lanaturalezanosllama.com, donde los ciudadanos comenzaron ya a emitir sus votaciones. Habrá un ganador y dos reconocimientos para las tres obras más votadas.
Ante lo reñido de la competencia, decidieron grabar un sencillo video y subirlo a las redes sociales bajo el hashtag #AyudanosAConocerElMar para buscar que la gente le de like a sus obras de arte y triunfen sobre otros colegios, incluso particulares.
“Están solicitándole a toda la comunidad y a estudiantes y a gente que los pueda ayudar porque su sueño es conocer el mar, son muy humildes pero con mucho entusiasmo por salir adelante y los considero grandes guerreros”, agrega la profesora.
Saben que sólo un grupo puede ganar y todos estarían satisfechos, pero también están conscientes que nada pueden ganar y sin embargo seguirán en su lucha por llegar a las costas mexicanas.
Flor Graciela de 17 años lo entiende, pero su mirada la tiene fija en las costas. “Debe ser muy inmenso todo el mar”, suelta y asegura que “estaría padre irlo a conocerlo”.
-¿Están conscientes que pueden no ganar?
-Si…, pero nosotros vamos a ganar.
https://www.facebook.com/rubi.fernandez.39/posts/1131661283590240
Fuente: El Universal