Yhadira Paredes. Xalapa, Ver.- La canonización de la madre Teresa de Calcuta este domingo en Roma, es una invitación a los cristianos a comprometerse con la caridad hacia los más necesitados, afirmó el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes.
A través del comunicado dominical, el sacerdote aseveró que Teresa de Calcuta levantó de la calle a miles de enfermos abandonados, a quienes ofreció un hogar y los trató con dignidad.
Por ello, consideró que es necesario que el testimonio de vida de la religiosa se asuma como una invitación para todos a realizar lo mismo con los semejantes.
A diferencia de varias semanas en que el comunicado de la Arquidiócesis se centraba principalmente en la defensa de la familia y su congratulación por la promulgación de la reforma al Artículo 4 de la Constitución Política de Veracruz, este domingo lo dedicó al 100 por ciento a la canonización hecha por el Papa Francisco de Teresa de Calcuta.
En ese sentido, señaló que mientras en el mundo y por todas partes existen expresiones de odio y de violencia, donde la ley del más fuerte sigue creando numerosas víctimas, fue canonizada en la Plaza de San Pedro en Roma, la MADRE TERESA DE CALCUTA, Premio Nobel de la Paz.
“Un gigante del amor al prójimo que tenía una estatura extraordinaria a nivel mundial; ella inspiró a personas de todo el mundo, fue conocida y reconocida por el modo de vivir la caridad con los más necesitados”.
Destacó que la madre Teresa recorrió los barrios pobres, visitó familias, lavó las heridas de los niños y ayudó a los olvidados en Calcuta.
“En 1979 se le otorgó el Premio Nobel de la Paz. Sus obras dan testimonio de la alegría de amar y de la grandeza y dignidad de cada persona humana. La Madre Teresa sirvió a los pobres hasta el final de su vida, el 5 de septiembre de 1997”.
La Madre Teresa de Calcuta fue beatificada el 19 de octubre del 2003, por el hoy santo, Juan Pablo II. Trece años después es canonizada por el Papa Francisco.
José Manuel Suazo retomó las palabras del papa Francisco al proclamarla Santa “a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada…”.
Finalmente, reiteró que la Madre Teresa era un mensaje viviente de dedicación al prójimo necesitado, una palabra que interpelaba los discursos más elocuentes sobre todo aquellos que sólo redundan en promesas sin compromisos.