Los hechos de violencia que pretenden inhibir el voto de la ciudadanía el próximo 5 de junio, podrían generar efecto contrario, y lograr en los electorales un hartazgo tal que provoque su salida a las urnas y un voto de castigo a los “saqueadores” del estado, alertaron académicos consejeros de la plataforma de Voto Informado de la Universidad Veracruzana (UV).
Entrevistados sobre los ataques con bombas molotov a oficinas y casas de campaña del PRI y del PAN, los investigadores consideraron que la violencia siempre está presente en un proceso electoral; sin embargo, Veracruz vive un momento coyuntural que podría hacer que estos actos que buscan frenar el voto, tengan el efecto inverso.
La estrategia de miedo ha dejado de funcionar: Alfredo Zavaleta
Al respecto, el académico del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la UV, José Alfredo Zavaleta Betancourt, aseguró que es lamentable lo que ha ocurrido en el debate electoral, pero que la violencia siempre acompaña los procesos electorales en mayor o menor intensidad, y que solo en caso excepcionales se puede convertir en un factor determinante para que la gente no salga a votar.
"Esa estrategia no está funcionando, no va a funcionar, todo lo contrario, la gente va a salir a votar de forma decidida porque hemos rebasado los límites de los tolerable".
Por ello, consideró que en esta ocasión la gente está consciente de que es un momento crucial para decidir si se da continuidad a un Gobierno o se permite un cambio en el Poder Ejecutivo y en el Congreso del estado.
"La gente va a salir a votar, incluso por encima de los porcentajes de participación que se han registrado, porque nos encontramos en un momento crucial en el que los ciudadanos tenemos claro que debemos decidir entre extender un régimen político en descomposición o elegir una alternativa que posibilite la construcción de nuevas reglas para la relación entre la clase política y los ciudadanos".
Para Zavaleta Betancourt es momento de salir a hacer un voto "antirégimen", por lo que llamó a los ciudadanos a reflexionar acerca de la necesidad de demostrar su descontento y rechazar las fórmulas políticas que tanto daño le han hecho a la democracia en el país y en el estado.
"Necesitamos hacerle pagar el costo político al responsable de la descomposición institucional, particularmente de las instituciones de nuestro estado".
Dijo que es necesario que los ciudadanos hagan un llamado no solo a los actores políticos sino a los actores legales e ilegales en el estado para que no violenten el día de las elecciones.
Participación electoral podría incrementarse en 7 % : Alafita
Por su parte, el investigador Leopoldo Alafita Méndez consideró que los hechos de violencia que se han registrado en los últimos días, son provocados por quienes tienen intereses de tipo económico y desean prevalecer gobernando.
"De lo que se trata es de inhibir algo para que no les vaya a perjudicar en sus intereses, ¿quién es el que protege y pone alertas para que no se pongan en riesgo sus intereses? pues quienes detentan el poder y los controles".
En ese sentido, señaló que bien pueden ser los provocadores de la violencia, los aparatos políticos, algunos gobernantes, grupos de poder fáctico y grupos identificables como los más peligrosos, que se dedican a hacer negocios al margen de la ley.
"Los están espantando (al electorado) como las gallinas, metiéndole papeles encendidos por la cola, el asunto es ver si son capaces de superar ese fenómeno y se deciden ir a las urnas, yo aconsejaría que vayan a la urna y busquen su voto de castigo más que de preferencia".
Por ello, consideró que si bien la violencia puede causar temor y hasta terror, acotó que la participación podría incrementarse, porque incluso los promedios previstos para esta elección superan los anteriores. Actualmente estudios muestran que la participación podría superar en siete por ciento a las registradas en anteriores elecciones, "lo cual significaría la debacle para el poder".
"Quieren generar ese ambiente para que la gente se repliegue; el hartazgo, la desconfianza son tales que provoca una idea de no meterse, retirarse, pero cuando hay una idea de que el voto no es fundamentalmente para elegir una opción ideológica, sino para castigar, la gente se puede convencer de que su voto puede convertirlo en una sanción para echar fuera a todos los que nos atropellan".