Más de 120 personas murieron y unas 200 resultaron heridas durante una ola de atentados, reivindicados por el Estado Islámico (EI), en las ciudades costeras de Tartous y Jabla, en el noroeste de Siria y ambas bajo control del régimen sirio.
Al menos 73 personas perdieron la vida por cuatro estallidos en Jabla, en la provincia de Latakia, mientras que 48 fallecieron por tres explosiones en Tartous, capital de la provincia homónima, junto a la costa mediterránea, reportó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).
En Jabla, un vehículo cargado con explosivos estalló primero cerca de una estación de autobuses y poco después dos suicidas detonaron los cinturones bomba que llevaban adheridos a sus cuerpos en el mismo lugar.
Un tercer kamikaze hizo explotar su carga en las proximidades de la Dirección General de Electricidad y cerca de la entrada de ambulancias de un hospital en Jabla.
En Tartous, otro coche bomba explotó a la entrada de otra estación de autobuses y poco después dos suicidas detonaron en el interior del lugar los artefactos explosivos que llevaban, según el OSDH. El director de la OSDH, Rami Abdel Rahman, consideró que se trata de uno de los peores ataques contra estas dos ciudades costeras desde el inicio del conflicto en Siria, en marzo de 2011.