El gobierno de Irán anunció que ningún iraní podrá participar a la peregrinación anual a La Meca, en Arabia Saudita, debido a las insuficientes condiciones de seguridad y la tensión con Riad por la ejecución de un prominente clérigo chiita.
“Las condiciones no son propicias para realizar el recorrido anual del Hajj. Teherán lleva cuatro meses intentando resolver el problema de seguridad con Riad mediante negociaciones, pero sin tener progresos”, informó el ministro iraní de Cultura y Guía Islámica, Ali Jannati.
“Hicimos todo lo posible (para asegurar la peregrinación), pero los sauditas sabotearon el diálogo”, dijo Jannati, cuya cartera se ocupa de gestionar la logística de los miles de iraníes que cada año viajan a La Meca para cumplir con el Hajj, uno de los pilares básicos del Islam.
Los sauditas “no aceptaron nuestras propuestas para la concesión de visados, el transporte y la seguridad de los peregrinos”. “Dicen que nuestros peregrinos deben ir a otro país para solicitar el visado”, explicó Janati, citado por la televisión iraní Press TV.
El gobierno iraní denunció que la “incompetencia” de Arabia Saudita fue la causa de la estampida del pasado 24 de septiembre en la ciudad sagrada de Mina durante el Hajj, en el que al menos dos mil 426 peregrinos murieron, entre ellos 464 iraníes.
Arabia Saudita cortó sus relaciones diplomáticas con Irán después de que sus delegaciones diplomáticas en Teherán fueron atacadas y saqueadas, luego que Riad ejecutó el pasado 2 de enero al prominente clérigo chiita, Nimr Bakr al-Nimr, por terrorismo.