Para constatar que se esté vendiendo gasolina de ultra bajo azufre (UBA), la Comisión Reguladora de Energía (CRE) arranca con un programa de verificación de estaciones gasolineras en la Ciudad de México, toda vez que desde febrero pasado entró en vigor la disposición oficial para comercializar Magna UBA, informó el presidente del organismo, Guillermo García Alcocer.
La víspera, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), reveló que en pruebas aisladas que realizaron no se pudo constatar el uso de gasolinas de ultra bajo azufre, a pesar de la disposición oficial, por lo que también analizará, por su cuenta, el despacho de combustibles “limpios”.
De acuerdo con el comisionado García Alcocer, el programa de verificación en las gasolineras de la Ciudad de México comenzará durante las próximas semanas y la primera visita se realizará en la terminal que se ubica en Barranca del Muerto y se continuará en las otras cuatro terminales de almacenamiento y de reparto.
El objetivo, es demostrar que los combustibles que se venden en el país, y el Valle de México, no son responsables de los niveles de contaminación alcanzados en la Megalopolis, ya que la norma oficial mexicana de gasolinas (NOM-EM-005-CRE-2015) fija límites más estrictos para las zonas metropolitanas de México, de Monterrey y de Guadalajara.
Incluso, ante los rumores difundidos sobre la mala calidad de las gasolinas, el secretario de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell, ratificó que en esta administración no se ha importado gasolina proveniente de China y reiteró el compromiso de la dependencia a su cargo para alcanzar una solución integral y sostenible a los problemas de contaminación que aquejan a la Ciudad.
En ese sentido, el director general de Pemex, José Antonio González Anaya, aseguró que 90 por ciento de las gasolinas que se importan llegan de Estados Unidos y 10 por ciento de países de Europa y Asia, por lo que todas las que se usan en el Valle de México son de UBA.
En este sentido, puntualizó que las gasolinas distribuidas en nuestro país tienen estándares de calidad iguales, por ejemplo, a los de Texas, al que Pemex compra la mayor parte de la gasolina, con 30 partes por millón de azufre, como lo indica la norma que prevalece en ese estado de la Unión Americana.
“Las importaciones se hacen desde Texas, donde la norma máxima es de 30 partes por millón de azufre, lo mismo que aquí”, dijo.
Cabe recordar que las gasolinas de Estados Unidos son consideradas como las segundas de mejor calidad en el mundo, con niveles de entre 11-30 partes por millón de azufre; mientras que las de Finlandia, Holanda y España destacan por colocarse con estándares más altos, al tener de 0 a 10 partes por millón.
Con ello, Anaya aseguró que el 100 por ciento de las gasolinas que se distribuyen en el Valle de México son UBA y cumplen estrictamente con las normas ambientales correspondientes y que incluso su calidad es igual o superior a la de los países desarrollados.