*La actividad petrolera en esta región del estado contamina no solo el suelo, aire y ríos, sino también alimentos básicos como el huevo
*La reciente explosión en la planta de vinil en Pajaritos, constribuye a incrementar
en las personas irritaciones leves hasta los daños irreversibles, principalmente ocasionados en ojos, pulmones y vías respiratorias
Naldy Rodríguez
Xalapa
La industria petroquímica en el sur de Veracruz es una fuente alta de contaminantes, no solo del suelo, aire y ríos, sino también de alimentos básicos como el huevo, han demostrado diversos estudios académicos.
Historicamente han alertado de las graves consecuencias de la operación irregular de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de empresas asociadas, que sólo beneficia a los corporativos extranjeros productores de sustancias intermedias, sin cuidar los niveles de tóxicos en el medio ambiente.
Aunado a la contaminación “normal” que generan, la incineración de residuos peligrosos -como la ocurrida en 1991 y en abril de 2016 cuando explotó la planta Clorados de Pajaritos- contribuye a incrementar las condiciones de los diferentes contaminantes del aire y provoca un deterioro en la calidad de vida de las personas, al generar daños que van desde irritaciones leves hasta irreversibles, principalmente en ojos, pulmones y vías respiratorias.
Investigadores de Veracruz y Puebla alertaron que con la Reforma Energética se han agudizado los despidos, los problemas de contaminación y la violación de los derechos laborales, porque el nuevo modelo busca reducir al mínimo los costos contratando mano de obra “barata” y “no calificada”.
La explosión en la planta Clorados III de la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo (PMV), que opera Mexichem en sociedad con Pemex, ocurrida el 20 de abril, dejó 32 obreros muertos y más de 130 lesionados y es una clara muestra de esa problemática. Tan sólo en esa fábrica redujeron la plantilla laboral de 2 mil trabajadores a 730, es decir casi al 30 por ciento, reveló el investigador del Ciesas-Golfo, Hipólito Rodríguez Herrero.
25 años atrás, en el mes de marzo, ya había ocurrido la misma tragedia. En ese momento la explosión de la planta de clorados fue considerada como la más fuerte en la historia del sur de Veracruz. Solo se contabilizaron cuatro trabajadores sin vida y 300 lesionados, según datos oficiales de Pemex, pero vecinos del lugar y los propios obreros siempre aseguraron que fueron más muertos.
Igual que ahora, aquel 11 de marzo de 1991, la enorme columna de humo indicó que algo trágico había ocurrido en Pajaritos. Hizo explosión un tren de líneas que va a la Planta de Derivados Clorados III en el Complejo Petroquímico Pajaritos, lo que originó el incendio.
Los Contaminantes Orgánicos Persistentes en el Istmo mexicano
En el sur de Veracruz, más de 800 mil habitantes deben convivir con la industria petroquímica, sus riesgos y principalmente sus contaminantes como dioxinas y furanos, que pueden llegar a producir desde reacciones leves hasta malformaciones congenitas y un marcado aumento de casos con cáncer.
Un estudio de Lorenzo Bozada Robles y Fernando Bejara advierte que ya se viven las consecuencias de que el Complejo Petroquímico de Pajaritos sea la fuente industrial más importante de contaminación, pero no hay estudios de salud tan profundos.
La investigación publicada en el 2006, da cuenta de los efectos que puede ocasionar el mercurio, sustancia tóxica utilizada en las plantas de cloro, como afectación al sistema nervioso y el desarrollo del cerebro humano, además puede atravesar la barrera placentaria y causar daño reproductivo. Su principal ruta de contacto con el ser humano es a través del consumo de pescados y mariscos contaminados con este elemento.
“La contaminación registrada en las áreas laborales y la alta frecuencia de cáncer y malformaciones congénitas en la región de Coatzacoalcos- Minatitlán constituye una problemática aún no evaluada suficientemente por el sector Salud y Pemex”, señala el informe.
Ese mismo estudio, alerta que la exposición importante del feto al metilmercurio puede provocar retardo mental, problemas motores y de visión, mientras que exposiciones menores puede ocasionar deterioro permanente del lenguaje, de la atención y la memoria.
Por su volatilidad y características, los trabajadores pueden estar expuestos al mercurio al inhalar los vapores o por contacto directo con la piel, lo que ocasiona bronquitis, edema pulmonar, dolor de pecho, diarrea, vómito, hemorragia, entre otros, y una intoxicación del sistema nervioso central con síntomas como temblores, pérdida de la memoria, hiperexcitabilidad y reducción de los reflejos, irritabilidad, depresión, debilidad, fatiga e insomnio.
Otro descubrimiento de la comunidad científica es la contaminación por dioxinas de los huevos de gallina de traspatio que se producen cerca del Complejo Petroquímico Pajaritos, en Coatzacoalcos.
Además de demostrar la contaminación crónica del río Coatzacoalcos en sedimentos y tejidos de organismos por todos los tóxicos de la industria petroquímica, detectaron que la concentración de dioxinas en huevos de gallina seis veces
mayor al límite de la Unión Europea y casi 19 veces más alta que los niveles base ambientales.
“Son un bioindicador de la alta contaminación que este complejo ha generado y de su posible impacto en las cadenas alimenticias de la región”, advierten Bozada y Bejara.
Los investigadores resaltan también que la incineración de residios peligrosos –como ocurrió con la explosión de la planta de Clorados III constituyen un riesgo inminente de desequilibrio ecológico con repercusiones peligrosas para los ecosistemas, sus componentes o para la salud pública.
Despidos y riesgos laborales por Reforma energética
La flexibilización laboral hasta llegar a la precarización del trabajo, esta convirtiendo a la industria petrolera en una bomba de tiempo, pues las trasnacionales tratan de obtener el mayor beneficio con la menor inversión, advirtieron investigadores de Veracruz.
Tras la Reforma Energética, el nuevo módelo de Petróleos Mexicanos con la participación de empresas privadas (nacionales o extranjeras), se sacrifica capacitación y la contratación de mano de obra calificada, además de mantenimiento en las instalaciones industriales.
“A eso te lleva la parte fundamental de la reforma que es la flexibilidad laboral: es trabajo sin respeto a derechos basicamente”, puso en evidencia Martín Aguilar Sánchez, del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales de la Universidad Veracruzana.
Expone que la ausencia de la normatividad ambiental y laboral en México, permite que estas empresas se escuden y operen sin cumplir las normas y códigos de prevención en el sector industrial-petrolero.
“En Pajaritos lo que esta pasando es que hay subcontratación, este modelo de contratación…puede hacer un problema de capacitación, pero también hay un problema de regulación y de la seguridad de la empresa”.
Para Hipólito Rodríguez Herrero del Ciesas-Golfo, los trabajadores de Pemex habían logrado códigos de seguridad laboral interna inquebrantables y ahora llegaron las empresas privadas a romperlos.
“Desde que vulneras la parte laboral, ese espacio se convirtió en un lugar de riesgo. Lo que nos debe enseñar Pajaritos es que es inadmisible que al ceder las empresas del estado a empresas privadas, rompan códigos de seguridad laboral que ya se habían logrado, eran conquistas”, advierte.
En un proceso productivo de alta toxicidad, dice, se pone en riesgo a la clase trabajadora de Veracruz, por lo que es indispensable que intervenga la Secretaría del Trabajo y Protección Civil.
Cloruro de vinilo solo se produce en Veracruz
En México la producción de cloruro de vinilo se realiza exclusivamente en el Complejo Petroquímico de Pajaritos donde se encuentraban tres plantas de dicloroetano por cloración directa y una planta de dicloroetano por oxicloración. Operaban allí además dos plantas de cloruro de vinilo, de las cuales sólo subsiste la Clorados III.
La producción de cloruro de vinilo en el Complejo Petroquímico de Pajaritos es un eslabón intermedio en la cadena productiva del PVC donde los principales beneficiarios son las empresas privadas como Mexichem.