Tras la falta de acuerdo para elegir gobernante, España repetirá elecciones por primera vez desde que cayó la dictadura franquista, en 1978. El Partido Popular ( PP), encabezado por el actual Jefe de Gobierno, Mariano Rajoy, sigue siendo el favorito, mientras que las fuerzas políticas de izquierda perdieron cerca de 2 por ciento de apoyo.
De acuerdo con un sondeo realizado por Metroscopia, el PP encabeza las preferencias de voto con 29 por ciento de respaldo, un punto porcentual arriba de los resultados que obtuvo en los comicios generales del pasado 20 de diciembre, donde ganó con 28 por ciento de votos.
El Partido Socialista de España (PSOE), liderado por Pedro Sánchez, pasó de 22 a 20 por ciento, en tanto que la formación radical de izquierda Podemos cayó de 20 a 18 por ciento, en las preferencias.
Hoy vence el plazo marcado por la Constitución española para que las principales fuerzas políticas lograran el “encargo” del Rey y formaran gobierno, sin embargo fue imposible un acuerdo multipartidista por lo que en un hecho inédito el próximo 26 de junio se realizará una nueva jornada electoral.
El estudio de Metroscopia determinó que sólo un 70 por ciento de los ciudadanops acudirá a las urnas, un 3 por ciento menos que en los comicios pasados.
España ha estado políticamente paralizada desde la elección nacional del 20 de diciembre que catapultó a Podemos y Ciudadanos como partidos emergentes en sólida tercera y cuarta posición, respectivamente, después de décadas de alternancia entre el Partido Popular y el PSOE. Los movimientos emergentes recibieron los votos de los ciudadanos hartos de años de desempleo elevado, corrupción aparentemente interminable que empañó al PP y a los socialistas, y planes de austeridad impopulares que recortaron el preciado servicio médico nacional y la educación pública.
Las encuestas dejan entrever que una nueva elección tiene pocas probabilidades de superar el estancamiento y en cambio podría parolongarlo hasta mediados de año, lo que podría llevar a otra elección más. España nunca ha tenido un gobierno de coalición a nivel nacional. Los socialistas rechazaron la propuesta del jefe de gobierno Mariano Rajoy de una gran coalición como ha ocurrido en muchos otros países europeos.
La fragmentación de los asientos legislativos hizo que, fuera crucial para los partidos el negociar alianzas.