Fuerzas rebeldes sirias atacaron con cohetes una mezquita en una zona controlada por el gobierno en la ciudad de Alepo, matando al menos a 15 personas cuando salían de las oraciones del viernes. Por su parte, las fuerzas del gobierno atacaron por aire varias partes controladas por los rebeldes en la ciudad, a pesar de que el ejército declaró unilateralmente una tregua breve en otras partes del el país.
La violencia en Alepo ha matado a más de 200 civiles durante la semana pasada y es probable que siga sin control, pues el alto del fuego del gobierno no incluye a esa ciudad, la más grande de Siria.
Además de las 15 personas muertas, unas 30 resultaron heridas por el ataque de cohetes contra la mezquita Malla Khan en el barrio de Bab al-Faraj, informó la televisión estatal siria.
"Queremos que el ejército acabe con ellos", dijo un residente de Alepo a la televisión estatal. El hombre habló fuera de un hospital donde fueron llevados algunos de los muertos y heridos.
El ataque se produjo después de un periodo de calma matutino en los ataques aéreos del gobierno contra zonas controladas por los rebeldes en Alepo, luego de días de una violencia que mató a decenas.
Sin embargo, los ataques aéreos se reanudaron en la ciudad pasada la mañana, según activistas del Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, y de los Comités de Coordinación Local.
La violencia registrada en los últimos días volvió a convertir a Alepo, en el norte de Siria, en el principal campo de batalla de la devastadora guerra civil que asola Siria. Alepo está en el centro del conflicto desde el verano de 2012, cuando combatientes de la oposición entraron en la urbe y tomaron el control de varios vecindarios.
Según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, 123 personas perdieron la vida tras una semana de bombardeos y ataques aéreos sobre partes de la ciudad controladas por los rebeldes. Otros 71 murieron en las áreas regidas por el gobierno de Damasco, agregó.