En los últimos tres meses, el desempleo en Brasil se incrementó 47 por ciento, además, los trabajadores redujeron sus ingresos, reportó ayer el Instituto Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE).
En este año, la tasa de desocupación alcanzó 10.2 por ciento, por encima del 6.9 por ciento que registró en promedio durante 2015.
Es decir, que uno de cada diez brasileños no tiene trabajo, mientras que en México, la tasa es de cuatro por ciento.
Esto, mientras el país se encuentra sumergido en una crisis política luego de que la presidenta del país sudamericano, Dilma Rousseff, enfrenta un proceso de juicio político por maquillar cifras oficiales.
El número de brasileños que se encuentra buscando trabajo es el más alto desde que comenzó a ser medido con el Estudio Nacional por Muestra de Domicilios Continuo (PNAD Continuo, por su siglas en portugués).
Además, el ingreso de los empleados se redujo 3.9 por ciento en el mismo lapso registrado.
De acuerdo con el medidor del organismo federal, el número de desempleados se ha incrementado gradualmente desde los 6.45 millones contabilizados entre septiembre y noviembre del año 2014.
Esto revela que la crisis económica en la mayor economía sudamericana impacta directamente en la vida laboral nacional.
La nación sufrió el año pasado una contracción de 3.8 por ciento, el peor resultado de los últimos 25 años.
Además, según previsiones del Fondo Monetario Internacional, para este año volverá a reportar un crecimiento negativo de 3.8 por ciento. Es decir, el otrora gigante sudamericano tendrá dos años de contracción consecutivos, por primera vez desde 1930.
Según el Índice de Satisfacción con la Vida, en el país, los ciudadanos están menos satisfechos. El ranking bajó en marzo a 92.4 puntos, con una caída del 2.8 por ciento frente a diciembre y del 2.4 por ciento con relación al mismo mes del año pasado.
La encuesta elaborada por el Instituto Brasileño de Opinión Pública y Estadísticas (Ibope) consultó a 2mil dos personas en 142 municipios entre el 17 y el 20 de marzo pasados.