La expresidenta argentina Cristina Fernández se presentó el miércoles ante un juez federal para ser indagada por supuesto fraude al Estado rodeada por el apoyo de miles de seguidores que sostienen que es víctima de una persecución política y judicial.
Fernández, quien gobernó entre 2007 y 2015, ingresó a la zona de los tribunales federales en un automóvil blanco. Vestida con un impermeable gris con una amplia capucha, entró al edificio por un lateral.
Bajo una intensa lluvia miles de seguidores apostados en las inmediaciones la vitorearon mientras alzaban pancartas que rezaban "No la toquen a Cristina", "Fuerza Cristina" y "Vamos a volver."
Varios periodistas fueron agredidos por simpatizantes de la mandataria mientras cubrían su llegada a los tribunales. En tanto, miembros del FPV lograron ingresar al edificio y colgar desde un balcón en uno de los pisos superiores un cartel gigante en apoyo a Fernández.
Entre los congregados estaban jóvenes de la agrupación La Cámpora, dirigida por Máximo Kirchner,hijo de la exmandataria, miembros del opositor Frente para la Victoria (FPV), agrupaciones sociales como Descamisados y sindicatos izquierdistas.
Muchos de ellos, llegaron desde distintos puntos del país, pasaron la noche en las cercanías de los tribunales para dar aliento a la controvertida exmandataria peronista que ha reaparecido en la escena pública luego de pasar cuatro meses recluida en una de sus residencias de la Patagonia desde que dejó el poder el 10 de diciembre.
El juez federal Claudio Bonadío citó a indagatoria a Fernández como sospechosa de haber participado en una maniobra por la cual el Banco Central ofreció dólares a un precio mucho más bajo que el valor de mercado para entregar el 31 de marzo, bajo un nuevo gobierno.
Según el juez, esto le causó al Estado una pérdida de unos 77 mil millones de pesos (unos 5.273 millones de dólares al cambio actual).