El presidente de Chad, Idriss Deby, enfrenta más de una decena de contendientes el domingo mientras busca otro periodo de gobierno luego de permanecer 25 años en el cargo en esta nación centroafricana que lucha contra extremistas islámicos.
La elección se desarrolla en medio de la creciente preocupación internacional por el historial de derechos humanos del país. Cuatro activistas están esperando actualmente cargos por alterar la paz y resistirse arresto. El acceso a Internet quedó inhabilitado en la capital Yamena el día de la votación, reportó la misma gente.
Deby, quien está en el poder desde 1990, podría enfrentar una segunda ronda de votaciones debido al enorme número de candidatos. También podría ser uno de los mayores desafíos que ha enfrentado, de acuerdo con Thibaud Lesueur, experto en África del International Crisis Group.
"Es algo sin precedentes que haya tanta gente en las calles", dijo el analista, señalando que muchos temen manifestarse contra el presidente.
Chad, antigua colonia francesa, es ahora sede de las operaciones militares de Francia en África. También hay soldados chadianos en las líneas frontales de batalla contra Boko Haram, el grupo extremista islámico que opera en el noreste de Nigeria.
Muchos chadianos creen que la cooperación con ejércitos internacionales como el de Francia, Estados Unidos, Camerún, Nigeria y Níger, es una forma internacional de aceptar el gobierno de Deby, indicó Leseur.