En abril, el Banco de México (Banxico) presentará sus resultados contables de 2015, y se estima que cuenta con 300 mil millones de pesos en remanentes para entregar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), recursos que a su vez utilizaría para capitalizar a Petróleos Mexicanos (Pemex), adelantó el director de Estrategias de Mercado de Finamex, Casa de Bolsa Guillermo Aboumrad. Según el especialista de Finamex, el resultado del ejercicio 2015 elevaría el capital contable del Banco Central por un monto superior a los 400 mil millones de pesos; por arriba de los 31 mil millones reportados en 2014. De ese total, el Banxico podría entregar a la hacienda pública un remanente de por lo menos 300 mil millones de pesos en el mes de abril, y conservar 100 mil millones de capital de reserva. “La ley estipula entregar el 70 por ciento de remanentes obtenidos a la SHCP; con lo cual, los 300 mil millones podrían utilizarse para capitalizar a Pemex”, señaló el directivo de Finamex. Recordó que Hacienda adelantó que prepara una estrategia para capitalizar a la petrolera, por lo que el remanente de Banxico, podría estar en ese capital. Para el analista, los remanentes del Banco Central son un monto importante para la paraestatal, pero no suficiente, pues sólo resolverá la necesidad del flujo de efectivo de corto plazo. “Lo que necesita la empresa es una reestructura que reduzca los gastos de operación y la haga más eficiente acorde con la nueva realidad del mercado petrolero, de los niveles de producción de la empresa, y de la liquidez de los mercados de deuda”, dijo Aboumrad. También sostuvo que la empresa tendrá que reorientar el presupuesto de inversión a aquellos proyectos que sean rentables y garanticen aumentos de la producción y dejar los negocios para los que no es competitiva. En este contexto, abundó el especialista, la combinación de una capitalización de Pemex por parte del Gobierno Federal, además del dinero que recibirá como remanente del Banco de México (Banxico) y una reestructura de la empresa que la vuelva rentable, tienen el potencial de dar al peso mexicano una apreciación adicional de cinco por ciento. Por el contrario, “una decepción que confirme al mercado la preocupación que ha mostrado respecto al riesgo de crédito Pemex y del país tendría un efecto negativo en la moneda, aunque menor al de una posible apreciación”. Recordó que si bien la moneda mexicana, pasó de un histórico de 19.15 pesos por dólar en febrero, a un 17.5 unidades, es de las pocas monedas que no han logrado una apreciación este año, junto con el peso argentino. “Las perspectivas para los mercados emergentes mejoraron, por la recuperación del precio del petróleo, y a que la Fed (Reserva Federal de EU) no subiría tasas este mes. Sin embargo, nuestra moneda sigue siendo de las menos favorecidas en lo que va del año, y la única explicación es la percepción de riesgo que le asigna el mercado a Pemex”, precisó. |