Al menos 69 personas murieron y otras 340 resultaron heridas en un ataque suicida perpetrado por la fracción talibana Jamaat-ul-Ahrar, en un parque de la ciudad de Lahore, ubicado al este de Pakistan.
El portavoz de la fracción islamista, Ehsanullah Ehsan, aseguró a través de un comunicado que el objetivo del ataque eran las familias cristianas que se encontraban en el lugar celebrando el domingo de Pascua.
“Reclamamos la responsabilidad por el ataque contra los cristianos que celebraban la Pascua”, afirmó Ehsan al diario paquistaní Expresse Tribune.
La mayoría de las víctimas mortales son mujeres y niños. Varios de los heridos fueron atendidos y operados en hospitales cercanos. El asesor sanitario del gobierno de Punjab, Salman Rafique expresó que el número de muertos podría crecer drásticamente.
De acuerdo con los informes policiales el terrorista hizo explotar un chaleco de explosivos que portaba en el estacionamiento del parque, cerca de un área de juegos infantiles.
Un testigo de nombre Hasan Imran, quien caminaba por las cercanías del lugar aseguró que tras la detonación varias extremidades corporales de las víctimas salieron volando y que las llamas del incendio rebasaban la altura de la copa de los árboles.
“La llamas provocadas por la detonación eran tan altas que sobrepasaban los árboles. He visto varios cuerpos volar por los aires”, afirmó Imran.
Los primeros reportes indican que en el atentado se utilizaron “explosivos potentes”. El gobierno provincial del Punjab, cuya capital es Lahore, anunció en su cuenta de Twitter tres días de luto oficial, declaró el estado de emergencia en todos los hospitales públicos de la ciudad y ordenó el cierre de todos los parques.
El presidente paquistaní, Mamnoon Hussain, así como el primer ministro Nawaz Sharif, expresaron su profundo pesar por las víctimas tras condenar el atentado, que ocurrió en torno a las 19:00 hora local.
Hussain calificó lo sucedido como una acción cobarde y destacó que hechos así no pueden hacer sucumbir el empeño de la nación en la lucha contra el terrorismo.
El Ejército de Pakistán fue desplegado en el parque, cuyos alrededores han sido acordonados por las fuerzas de seguridad.
La policía señaló que no está claro si el ataque fue dirigido deliberadamente contra la pequeña minoría cristiana de Pakistán, un país de mayoría musulmana, ya que se realizó durante las celebraciones del Domingo de Pascua.
En 2014, Pakistán lanzó una ofensiva contra el Talibán y combatientes yihadistas asociados en Waziristán del Norte, buscando privarlos de las zonas de refugio desde las que lanzan ataques en Pakistán y Afganistán.
El parque de Lahore está ubicado en el centro de la ciudad del mismo nombre, habitada por cerca de 10 millones de personas.
Es un lugar que las familias, en su mayoría cristianas, suelen visitar con regularidad los fines de semana dado que tiene numerosas zonas de juegos para niños.
Sólo el 2 por ciento de los dos millones de habitantes en Pakistán profesa la fe cristiana.
Se trata del peor atentado, desde que ocurrió el asalto talibán a una universidad en Peshawar, al norte del país, en diciembre de 2014. En esa ocasión 132 jóvenes fueron asesinados.
El atentado se produce en un momento de relativa calma. Las agresiones del grupo islamista se habían reducido tras la intervención militar en las zonas tribales en 2014.
De acuerdo con las autoridades paquistaníes unos 3 mil 500 rebeldes fundamentalistas han sido abatidos.