El ex futbolista y ex entrenador holandés Johan Cruyff murió hoy a los 68 años de edad en Barcelona, España, tras una larga batalla contra un cáncer de pulmón, informó la familia en su página de Internet.
“El día 24 de marzo 2016 Johan Cruyff (68) ha fallecido en Barcelona, rodeado de su familia después de una dura lucha contra el cáncer. Os pedimos con gran tristeza que se respete la privacidad de la familia durante su tiempo de duelo”, destacó un texto en la web.
Considerado uno de los jugadores más importantes de su país con el Ajax de Amsterdam, jugó, entrenó y fue presidente de honor del FC Barcelona, donde se le reconoció como uno de sus mejores técnicos azulgranas que marcó una nueva época al inicio de los años 1990.
El jugador, considerado uno de los mejores de la historia, junto a Di Stefano, Pelé y Maradona, integró la selección holandesa que quedó subcampeona del mundo en 1974.
Obsesionado con el futbol hasta el final y siempre positivo, apenas el mes pasado Cruyff dijo que su recuperación marchaba bien. "Tengo la sensación de que estoy ganando 2-0 en el primer tiempo. El partido no ha terminado, pero sé que al final ganaré", comentó entonces.
Cruyff ganó tres veces la Copa de Europa como jugador de Ajax, y una vez como técnico del Barcelona. Fue elegido tres veces como el mejor jugador del continente y, en 1999, fue seleccionado como el mejor futbolista europeo del siglo 20.
El Dato
- Aunque jamás conquistó la Copa del Mundo, fue una figura fundamental en la selección de Holanda de 1974 que fascinó al deporte con su "futbol total", un estilo de juego en el que los jugadores alternaban constantemente posiciones. La táctica revolucionó el deporte, y luego fue aplicada por Cruyff en su época como entrenador.
Cruyff fumó cigarrillos la mayoría de su vida, y finalmente dejó de hacerlo tras ser operado del corazón en 1991. Tras sufrir más problemas cardíacos en 1997, prometió que nunca volvería a entrenar, aunque se mantuvo vinculado con el futbol a través de su fundación y como analista.
El físico espigado de Cruyff ocultaba un sorpresivo talento atlético, velocidad impredecible y agilidad para controlar el balón y eludir oponentes. Pero su verdadero genio estaba en su visión y en su mente, con un instinto para el juego casi inigualable.
El volante podía pasar con una precisión milimétrica, y parecía estar siempre en el lugar correcto justo en el momento adecuado de las jugadas.
"La velocidad y la percepción suelen ser confundidos", dijo. "Cuando empiezo a correr antes que los demás, entonces luzco más rápido".
Anotó 392 goles en 520 partidos durante 19 años.
Pero su legado va mucho más allá que los goles, gracias a sus cualidades como líder, pensador y orador. Con un fuerte acento de Amtersdam, no se guardaba palabras para opinar sobre el futbol y todo lo que rodea al deporte.